La Comisión Europea anunció que está dando el primer paso en acciones legales contra Hungría por una nueva ley que, según dice, viola el principio de democracia, aumentando las tensiones con Budapest mientras el continente entra en una tensa temporada electoral.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se ha enfrentado durante años con Bruselas por las normas democráticas. En los últimos meses, la relación se ha agriado aún más en medio de preocupaciones de que un gobierno húngaro cada vez más aislado esté llevando a cabo una política exterior amigable con Rusia y socavando la unidad occidental.
Si bien Budapest ha argumentado que está llevando a cabo reformas en línea con las solicitudes de la UE, los críticos dicen que Orbán se está moviendo para consolidar aún más su poder en casa.
En diciembre, el Parlamento húngaro aprobó una ley que crea una nueva oficina de protección de la soberanía con amplios poderes para investigar a los húngaros activos en la vida pública.
La nueva oficina, que está dirigida por una figura con estrechos vínculos con el partido gobernante Fidesz, puede solicitar a los servicios de inteligencia húngaros información sobre personas y organizaciones, todo ello sin supervisión judicial. En un comunicado, la Comisión Europea dijo que había decidido enviar una carta de emplazamiento a Hungría por violaciones de la legislación de la UE.
«La Comisión considera que la legislación húngara en cuestión viola varias disposiciones del Derecho primario y secundario de la UE y llevará a cabo una investigación”, dijo la Comisión.
Además proporcionó una larga lista de normas de la UE que, en su opinión, socava la nueva ley, entre ellas «el principio de la democracia y los derechos electorales de los ciudadanos de la UE», así como «el derecho a la protección de los datos personales, la libertad de expresión e información, la libertad de asociación, los derechos electorales de los ciudadanos de la UE, el derecho a un recurso efectivo y a un juicio justo».
La medida se produce en un momento tenso en la compleja relación de Bruselas con Budapest, ya que una parte de la financiación de Hungría en la UE sigue congelada por preocupaciones sobre el estado de derecho y mientras el bloque se prepara para las elecciones al Parlamento Europeo en junio.
Han habido críticas significativas a la nueva ley dentro y fuera de Hungría. Los medios de comunicación húngaros independientes han advertido de que la ley es «capaz de restringir gravemente la libertad de prensa», mientras que los principales grupos de la sociedad civil han advertido de que es «parte del intento del gobierno de silenciar todas las voces críticas».
El gobierno de Estados Unidos también ha criticado la ley. En una entrevista con The Guardian el mes pasado, el embajador de Estados Unidos en Budapest, David Pressman, dijo que la creación de la nueva oficina de protección de la soberanía representaba «un serio paso atrás en la democracia húngara». CH
