lunes, abril 28, 2025

Multa millonaria a Apple y a Meta por parte de la Comisión Europea

La Comisión Europea ha decidido este miércoles multar a las empresas Apple y Meta con 500 y 200 millones de euros respectivamente por incumplir...
spot_img

De esta categoría

Europa de aliado a prescindible

A días de cumplirse el tercer año de la invasión de las tropas rusas a Ucrania, el presidente Donald Trump, mantuvo  una llamada con el dictador ruso, Vladimir Putin, para iniciar las conversaciones para la paz en Ucrania.

Lo ha hecho el mismo día que Pete Hegseth, titular del Pentágono,  perfilaba las líneas rojas  de EU con sus socios (antes aliados) de la OTAN y Zelenski negociaba en Kiev, con  Scott Bessent, secretario del Tesoro norteamericano, todas las áreas de negocios e inversiones que Ucrania cederá a las multinacionales estadunidenses. Trump no da puntada sin hilo.

La llamada entre Trump y Putin ha inquietado a Europa que teme quedarse relegada de una hipotética mesa de negociación para la paz; en la que tampoco parece posible que esté presente el propio Zelenski cuyo país es el agredido por el invasor.

Desde diciembre pasado, Trump nombró al general retirado Keith Kellogg, como enviado especial para Rusia y Ucrania, a fin de hacer los primeros contactos para el nuevo gobierno en la Casa Blanca, Kellogg no logró ningún avance con el Kremlin mientras el gobierno de Kiev ha mantenido en todo momento su interés por conocer el plan de paz de Trump.

Trump que, en campaña, prometió parar la guerra en un día y además juró una y otra vez que “esto nunca hubiera sucedido de estar yo en el gobierno” ha tenido que buscar personalmente a Putin para entablar un diálogo directo. Aunque, el dictador ruso, ya dejó públicamente muy claro que él no se sentará en la misma mesa que Zelenski.

La última vez que se vieron Trump y Putin fue en Helsinki, el 16 de julio de 2018, un encuentro entre los dos líderes durante la primera presidencia del político republicano. Una cumbre a la que también asistí como corresponsal y fui testigo  de la invitación de Trump para que Putin viajase en visita oficial a EU.

En una publicación en las redes sociales, Trump confirmó  que el pasado 12 de febrero sostuvo una   «llamada telefónica larga y altamente productiva» con Putin y que acordaron «que nuestros respectivos equipos comiencen las negociaciones de inmediato».

En el intercambio de impresiones, el político estadunidense afirmó que invitó (otra vez) a Putin para que visite Estados Unidos; y, en reciprocidad, el líder ruso le correspondió invitándolo al Kremlin. No hay fecha cerrada para esos viajes oficiales.

Tampoco para lo que será el primer encuentro bilateral, esa cumbre para la paz. En un principio, llegó a ventilarse como probable un encuentro en Suiza, otra vez en Ginebra, como aconteció el 16 de junio de 2021, cuando el entonces mandatario Joe Biden acudió a un encuentro con Putin para, entre otros temas, advertirle que ordenase  a sus hackers detener los ataques cotidianos a diversas infraestructuras vitales norteamericanas. En dicha reunión también estuvo  presente como periodista especializada en geopolítica y geoeconomía.

Tras las sanciones anunciadas por Trump contra la Corte Penal Internacional por su orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y su  exministro de Defensa, Yoav Gallant, el gobierno suizo se negó a acoger  la cumbre para la paz.

La complejidad de donde reunirse, Trump y Putin, ha llegado a barajar escenarios como Arabia Saudita, Hungría o Turquía, la nación turca intentó en varias ocasiones  convertirse en mediador, entre Ucrania y Putin, con la finalidad de lograr un alto el fuego.

¿Habrá reunión ya sea en la Casa Blanca o en el Kremlin? Ninguno de los dos dignatarios quiere hacer viajes largos en avión, Trump hasta el momento no ha hecho ningún viaje  internacional y a la Conferencia de Seguridad de Múnich (16 al 18 de febrero) envió  al vicepresidente J.D. Vance y a Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos. Y, Putin, no sale de Rusia desde mediados de mayo del año pasado cuando viajó a Beijing.

«Como ambos acordamos, queremos detener los millones de muertes que tienen lugar en la guerra con Rusia/Ucrania», escribió Trump en TruthSocial. «El presidente Putin incluso usó mi lema de campaña: “Sentido Común”. Los dos creemos firmemente en ella. Acordamos trabajar juntos, muy de cerca, incluso visitando las naciones de cada uno”, posteó Trump en su red social.

El Kremlin confirmó la llamada y en un comunicado reiteró la necesidad de eliminar las causas fundamentales del conflicto y buscar una solución duradera hacia el largo plazo.

Un día  antes,  Zelenski sostuvo una entrevista para The Guardian, y declaró su intención de lograr un alto el fuego permanente: “Nadie quiere la paz más que Ucrania”. Y llegó a decir que proponía intercambiar los territorios ocupados; las tropas rusas ocupan el 30% del territorio ucranio y las tropas ucranias están en la región rusa de Kursk.

En respuesta, Dmitry Peskov, vocero del Kremlin, dejó claro que Rusia nunca intercambiará territorios: «Esto es imposible… Rusia nunca ha discutido y no discutirá el intercambio de su territorio”.

Las tropas ucranias ocupan la región rusa de Kursk mientras Rusia, controla Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia; y, desde 2014, controla la provincia de Crimea.

Ucrania los días más difíciles

          El próximo 24 de febrero, Ucrania cumplirá tres años de invasión. No hay cifras claras de cuántos soldados militares, casi todos jóvenes, han fallecido de un bando y de otro. Trump recientemente dijo que  en total había más de un millón y medio de muertos y Rusia se ha llevado la peor parte.

          Tanto en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)  formada por 32 países, como en la Unión Europea (UE), reina un desconsuelo sobre el futuro de Ucrania, que no es otro más que el futuro de Europa, ante la sombra creciente y dominante de Putin.

          Que Trump pretenda en una cumbre bilateral con Putin negociar el futuro de Ucrania y repartirse el territorio una parte para el supremacismo ruso y otra para la oligarquía norteamericana es visto como indignante e inmoral. La Casa Blanca pretende que Zelenski anuncie la rendición.

          En medio de estas horas históricas y difíciles que definirán el futuro de 35 millones de ucranios (antes de la guerra había 42 millones de habitantes muchos han emigrado con la guerra)  la Unión Europea exige estar en la mesa de negociación y se opone a una solución bilateral, sin la UE y sin, por supuesto, el país agredido que es Ucrania.

          Kaja Kallas, jefa de la política exterior de la UE, criticó al presidente Trump por intentar dejar de lado a Ucrania y solo mantener un compromiso de un alto el fuego negociado con Rusia y bajos los términos rusos y obligando a Ucrania a hacer concesiones territoriales.

          Durante la visita a la OTAN, el  jefe del Pentágono realizó una serie de declaraciones que dejaron en shock al resto de los ministros de Defensa congregados en el cuartel de la Alianza Trasatlántica:  “No es realista que Ucrania piense que va a recuperar sus fronteras de 1991 como tampoco lo es que crea que entrará a la OTAN”.

          Además Hegseth dejó caer otras certezas: “Estados Unidos ya no tolerará que los miembros europeos de la OTAN dependan de Washington para su seguridad. Europa no es más nuestra  prioridad de defensa y si deciden ayudar a Ucrania, no habrá tropas norteamericanas en Ucrania, como tampoco se activará el artículo 5 de la OTAN”.

          La única vez en la historia de la Alianza Trasatlántica (nació el 4 de abril de 1949) que fue activado el artículo 5 fue tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y el entonces presidente George Bush solicitó la ayuda defensiva de sus aliados.

          En sus líneas rojas, Hegseth subrayó  la necesidad de que Europa aumente su  gasto en defensa al 5% anual y tenga una mejor estrategia disuasoria  porque los europeos deberán defenderse a sí mismos ya que Estados Unidos tiene sus propias prioridades: “Tenemos que reforzar la seguridad y la defensa interna de EU mejorando el control de nuestras fronteras y, sobre todo, aumentar nuestras capacidades en el Indo-Pacífico. Para nosotros nuestra máxima preocupación es China”.

          Kadja Kallas, encargada de la política de exteriores de la UE,  cuestionó el nuevo papel concéntrico de Estados Unidos dentro del teatro europeo y enfatizó que cualquier acuerdo de paz impuesto sin el consentimiento de Ucrania y sin la presencia de los aliados europeos está condenado al fracaso.

«Se está haciendo un acuerdo a nuestras espaldas que simplemente no funcionará. Para cualquier tipo de acuerdo, se necesita que los europeos lo implementen, se necesita que los ucranianos lo implementen… los ucranianos resistirán y nosotros los apoyaremos», agregó Kallas.

Mucho más diplomático, como es su tono acostumbrado, Mark Rutte, secretario general de la OTAN, intentó suavizar la postura de Hegseth señalando la importancia de tener conversaciones constructivas.

«Al mismo tiempo, así es como debería funcionar una alianza. Somos una coalición de democracias. Necesitamos debatir. Pero veo una clara convergencia: todos queremos la paz, queremos que sea duradera y debemos asegurarnos de que Ucrania esté en la posición más fuerte posible”, afirmó Rutte.

Cuando subió al atril de la OTAN, Hegseth hizo alusión al artículo 3 de la OTAN, para exigir a los países miembros que sus euros, sus dólares y sus libras se conviertan en capacidades militares más efectivas; y, les pidió, que sean más fuertes para si es necesario defender a Ucrania.

 “La OTAN es una gran alianza pero para que continue en el futuro los socios deben hacer más por la defensa europea… debemos hacer a la OTAN grande otra vez, hay que establecer elementos disuasorios reales”, remarcó Hegseth.

Cuestionado por la prensa sobre el papel que pueda jugar Trump a favor de Putin y no de Ucrania, que es el país agredido, el jefe del Pentágono  volvió a recalcar que Trump es el líder del mundo y es un empresario con una visión práctica y bajo esa tesitura ni Ucrania o Rusia tendrán todo lo que quieran.

A este respecto, Ben Wallace, exsecretario de Defensa de Reino Unido, declaró que Estados Unidos bajo la presidencia de Trump va a traicionar a Ucrania y a la lucha de los ucranios contra Putin.

          A propósito de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Wallace recordó los tiempos de la invasión nazi en Europa: «Qué lástima, entonces, que la reunión de este año parezca ser un reflejo de la desastrosa conferencia de 1938, donde el continente permaneció ciego ante la ambición  de Hitler”.

          Desde España, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha reiterado que Ucrania necesita una paz justa para una guerra injusta y que, por ende, no puede quedar fuera de las negociaciones.

          A su vez, el presidente ucranio, Zelenski en un dejo de dignidad, ha reiterado públicamente que no aceptara ningún acuerdo de paz en el que no sean tomadas en cuenta las prioridades ucranias como país agredido.

          Persisten además  temores en Europa de que sea vulnerada la seguridad del mandatario ucranio que ya ha sufrido, diversos atentados frustrados, gracias a la información de la inteligencia norteamericana y británica. Recientemente, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) detuvo al coronel Dmitry Kozyura, acusado de espiar para Rusia. Putin quiere muerto a Zelenski.

Articulo de la semana

Trump sacude el mercado de bonos y pone los pelos de punta a Europa

Trump ha abierto la caja de Pandora y los demonios empiezan a salir: tan solo en tres días, los mercados bursátiles en Europa, registraron...

Entrevista exclusiva

Mi familia fue víctima de las enfermedades mentales: Mariel Hemingway

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) tan solo en el primer año de la pandemia, la ansiedad y la depresión...