Escándalo mayúsculo en Alemania por unas filtraciones en las que el jefe de la Fuerza Aérea desvela secretos militares relativos a las fuerzas terrestres británicas y francesas para ayudar a Ucrania en la guerra contra Rusia. En las últimas horas se ha conocido que Ingo Gerhartz, el teniente general de la Fuerza Aérea de la Luftwaffe, estuvo hablando el 19 de febrero con otros cuatro altos mandos sobre el proceso de entrega de misiles de largo alcance Storm Shadow que Reino Unido suministra a Ucrania. Lo escandaloso es que el general usó un «software» estándar -sin encriptar- de videoconferencia llamado Webex en lo que se suponía que era una planificación militar ultrasecreta.
Algo no se hizo bien porque esa conversación fue difundida el pasado viernes por Margarita Simonyan, periodista de la televisión estatal rusa y directora de Russia Today, quien compartió un archivo de audio con el contenido de esa conversación en su canal de Telegram, en la que también se puede escuchar a los militares alemanes «discutiendo cómo atacar el puente de Crimea», que une Rusia con la península anexionada por Putin en 2014. La conversación confidencial tenía como objetivo discutir el posible despliegue de misiles de crucero alemanes Taurus en Ucrania en medio de divisiones en la coalición de Scholz sobre la medida.
El canciller se ha negado a enviar los Taurus porque considera que aumentaría el peligro de guerra directo con Moscú. En la conversación por videoconferencias, el alto mando alemán afirma que “nadie sabe por qué el canciller federal está bloqueando el envío de los misiles; esto da lugar a todo tipo de rumores extravagantes”.
Pero lo más grave es la información que se da sobre la participación en la guerra de Ucrania relativa a otros países aliados. En la grabación -de 38 minutos- se escucha a Gerhartz afirmar que «las tropas británicas ya están en el terreno», lo que constituye un detalle muy sensible que ha desatado las alarmas de los aliados de la OTAN.
En dicha grabación, el jefe de la Fuerza Aérea alemana asegura lo siguiente: «Si nos preguntan sobre los métodos de entrega. Sé cómo hacen esto los británicos. Siempre los transportan en vehículos blindados Ridgeback. Tienen varias personas sobre el terreno». El alto mando militar alemán también compartió en dicha conversación el método que utiliza Francia para enviar a las tropas de Zelenski su versión de los misiles Storm Shadow, los proyectiles SCALP. Al parecer, Francia usa los vehículos de lujo todoterreno Audi Q7 para transportar estos misiles a Ucrania. Esta información podría ayudar a Rusia a rastrear y localizar dichos vehículos en Europa y en el territorio de Ucrania.
En la prensa alemana se publica que Ingo Gerhartz -cuyo puesto está en la cuerda floja y se cree que podría ser destituido en cualquier momento- se unió a la conversación secreta desde su teléfono móvil desde una habitación de hotel en Singapur.
Una de las personas que participa en la llamada parece hablar sobre el entrenamiento de tropas ucranianas en Alemania, diciendo que están listas para regresar a Ucrania y añade que «el curso de acción correcto» sería que el Reino Unido «asumiera el control». Gerhartz también dijo que Reino Unido ha equipado aviones ucranianos con misiles británicos Storm Shadows y que podría ayudar con la transferencia de misiles alemanes Taurus a Ucrania.
El canciller Olaf Scholz ha dicho que se investigará la «filtración muy grave». El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, afirmó en respuesta a la grabación: «Se trata de utilizar esta grabación para desestabilizarnos y perturbarnos» y calificó de «ataque híbrido» la publicación por parte de medios rusos de la conversación secreta. El ministro socialdemócrata instó a reaccionar de forma «prudente» y no «caer en la trampa» de Moscú, que busca reforzar la narrativa de que occidente está en guerra con Rusia, en lugar de limitarse a apoyar a Ucrania «en su legítima guerra de autodefensa», según dijo.
La filtración se reveló pocos días después de que Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, acusara a Reino Unido de estar «directamente involucrada» en la guerra en Ucrania después de que el propio canciller Scholz afirmara públicamente que Reino Unido tiene soldados sobre el terreno en Ucrania, algo que hasta ahora se ha negado desde Occidente, que se limita a entregar armas a Ucrania pero no envía soldados, lo que se considera una paso más en la escalada contra Rusia.
Aunque la agencia Reuters no pudo verificar la autenticidad de la llamada, un portavoz del Ministerio de Defensa alemán confirmó a la Agencia France-Presse que el ministerio creía que una conversación en la división de la fuerza aérea había sido “interceptada”.