El Fondo Monetario Internacional (FMI) avizora que en los próximos meses por venir, la economía mundial continuará en medio de indicios de resiliencia y la reapertura de China pero al desaceleración será inevitable.
Pierre-Olivier Gourinchas, experto del organismo internacional, refiere que el PIB mundial tiene pronóstico de repunte para 2023 y mientras tanto habrá que seguir luchando contra la inflación y esperar porque la guerra de Rusia en Ucrania termine lo más pronto posible.
Pese a estos vientos en contra, el FMI tiene perspectivas menos sombrías respecto de pronóstico de octubre y podría ser un punto de inflexión, en que el crecimiento toca mínimos y la inflación disminuye.
“El crecimiento económico resultó ser sorprendentemente resiliente en el tercer trimestre del pasado año, con mercados laborales fuertes, solidez en el consumo de los hogares y la inversión de las empresas y una adaptación a la crisis energética mejor de lo esperado en Europa. También la inflación mostró signos de mejora y, en general, la mayoría de los países están retirando las medidas, aun cuando la inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de la energía y los alimentos, todavía no tocado máximos en muchos países”, de acuerdo con el FMI.
Gourinchas recordó que en los demás países, la repentina reapertura de China allana el camino para un rápido repunte de la actividad. Además, con las presiones inflacionarias que han comenzado a ceder, las condiciones financieras mundiales han mejorado. Sumado al debilitamiento del dólar de Estados Unidos, desde su máximo en noviembre, esto proporciona algo de alivio a los países emergentes y en desarrollo.
Por lo tanto, el FMI mejoró ligeramente sus pronósticos de crecimiento para 2022 y 2023. El crecimiento mundial se desacelerará de 3,4% en 2022, a 2,9% en 2023, para luego repuntar a 3,1% en 2024.
En las economías avanzadas la desaceleración será más pronunciada, con una disminución desde 2,7% el pasado año, a 1,2% y 1,4% este año y el próximo. Es probable que nueve de cada diez economías avanzadas sufran desaceleraciones.
El crecimiento en Estados Unidos se desacelerará hasta 1,4% en 2023, conforme las subidas de las tasas de interés de la Reserva Federal actúan sobre la economía. Las condiciones en la zona del euro son más difíciles pese a las señales de resiliencia ante la crisis energética, un invierno benigno y el abundante apoyo fiscal. Dado el endurecimiento de la política monetaria del Banco Central Europeo y el shock negativo de los términos de intercambio, debido al encarecimiento de energía importada, prevemos que el crecimiento llegue a un mínimo de 0,7% este año.
Las economías de mercados emergentes y en desarrollo ya han tocado mínimos como grupo, y se prevé que el crecimiento aumente moderadamente a 4% y 4,2% este año y el próximo.
Las restricciones y los brotes de coronavirus en China frenaron la actividad el pasado año. Con la reapertura de su economía, el FMI prevé que el crecimiento repunte a 5,2% este año, conforme se recuperen la actividad y la movilidad.
En India la situación sigue siendo buena. Junto a China, contribuirá la mitad del crecimiento mundial este año, frente al 10% de Estados Unidos y la zona del euro juntos. Se prevé que la inflación mundial disminuya este año, pero incluso para 2024 se proyecta que los promedios anuales de inflación general y subyacente permanezcan por encima de los niveles prepandémicos en más de 80% de los países. CH