Doce de las organizaciones de derechos humanos más destacadas de Israel han firmado una carta abierta en la que acusan al primer ministro, Benjamín Netanyahu, de no cumplir con la sentencia provisional de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de que debe facilitar el acceso de la ayuda humanitaria a Gaza.
El tribunal de La Haya impuso una serie de requisitos legales a Israel cuando emitió un fallo provisional a finales de enero en respuesta a la denuncia de Sudáfrica en la que se acusaba al Estado de cometer genocidio en su campaña militar en Gaza.
Los requisitos incluían la adopción de todas las medidas necesarias para prevenir daños intencionales a la población civil, la facilitación de la ayuda humanitaria inmediata a la Franja de Gaza, la prevención y el castigo de la incitación directa o pública al genocidio y la preservación de las pruebas de cualquier acto ilícito cometido durante la guerra del país contra Hamás.
En su carta, los grupos de derechos humanos dicen que Israel estaba legalmente obligado a implementar las medidas ordenadas por el tribunal, pero hasta ahora no lo ha hecho. Entre los firmantes de la carta se encuentran el grupo de denunciantes militares Rompiendo el Silencio y la Asociación por los Derechos Civiles en Israel.
«La orden de la CIJ es una obligación legal para poner fin a la catástrofe humanitaria en Gaza. Debe cumplirse, no solo para aliviar el sufrimiento urgente de los civiles, sino por el bien de la humanidad en su conjunto», dice la carta. También señala que la CIJ instó a Hamas a liberar inmediata e incondicionalmente a todos los rehenes israelíes.
Israel se ha enfrentado a una nueva presión por la falta de acceso humanitario a Gaza. Estados Unidos y otros países han lanzado ayuda desde el aire a la franja costera, y Estados Unidos y la Unión Europea han ordenado la apertura de un corredor marítimo hacia el territorio costero.
La carta surgió mientras el secretario general de la ONU, António Guterres, reiteraba su llamado a una tregua en la guerra entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza. Pidió la liberación de los rehenes retenidos por Hamas y la eliminación de «todos los obstáculos para garantizar la entrega de ayuda vital a la velocidad y escala masiva requeridas» a Gaza, donde la ONU ha advertido que una cuarta parte de la población está al borde de la hambruna.
«Como miembros de la sociedad civil con sede en Israel comprometidos con los derechos humanos y el estado de derecho, condenamos el hecho de que Israel no haya cambiado hasta ahora su comportamiento basado en las medidas impuestas por la CIJ, así como el hecho de que la ayuda humanitaria a Gaza se redujera en un 50% en el mes siguiente al fallo.», dice la carta.
«Pedimos un alto el fuego inmediato, que debe incluir la devolución de los rehenes. Instamos al gobierno israelí a cumplir con la orden de la CIJ e implementar las medidas provisionales de la corte, que son esenciales para mitigar y superar la catástrofe humanitaria en Gaza.
Además, hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que utilice su influencia colectiva para promover y apoyar una cesación del fuego inmediata y la aplicación de las medidas provisionales, y para que intensifique sus esfuerzos para garantizar que los rehenes israelíes sean devueltos de Gaza.»
Aunque el máximo tribunal de la ONU no ordenó el cese de las hostilidades, su fallo fue visto como una dura advertencia a Israel sobre el grado de escrutinio legal internacional de la operación militar de meses de duración que lanzó en respuesta a los ataques de Hamas del 7 de octubre.
El fallo, visto como una fuerte reprimenda a la conducta de Israel en tiempos de guerra, se sumó a la creciente presión internacional sobre el país para que detenga su ofensiva, que ha causado una destrucción civil generalizada y ha provocado el desplazamiento de más del 75% de la población de Gaza de 2,3 millones de personas.
La orden provisional fue condenada en su momento por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien dijo que el hecho de que el tribunal estuviera dispuesto a discutir las acusaciones de genocidio era una «marca de vergüenza que no se borrará durante generaciones».
La comunidad internacional de derechos humanos también ha expresado su preocupación por el incumplimiento por parte de Israel de la sentencia de la CIJ.
Hace dos semanas, Amnistía Internacional advirtió que el «fracaso» de Israel a la hora de permitir el acceso de la ayuda humanitaria se produjo en un momento en que la población estaba «al borde de la hambruna».
«Israel no sólo ha creado una de las peores crisis humanitarias del mundo, sino que también está mostrando una cruel indiferencia hacia la suerte de la población de Gaza al crear condiciones que, según la CIJ, la ponen en riesgo inminente de genocidio», ha manifestado Heba Morayef, directora regional del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
Las últimas preocupaciones sobre la situación humanitaria en Gaza se produjeron en medio de informes no confirmados en los medios israelíes sobre la posible muerte de Marwan Issa, subjefe del ala militar de Hamas en Gaza, en un ataque aéreo en el territorio. Hasta ahora, Israel no ha podido llegar a los principales líderes de Hamás -uno de sus principales objetivos bélicos- en Gaza. CH
