El lujo en España vive buenos tiempos y confía en tener un mejor futuro. De hecho, el sector de la alta gama facturó 17.000 millones en 2022, un 2% más que en 2017, y prevé crecer a un ritmo de entre el 7% y el 9% anual hasta 2027, lo que lo situaría entre los 23.000 millones y los 27.000 millones. Así lo recoge el informe de Círculo Fortuny Perspectiva del mercado de alta gama de España, con el análisis de McKinsey & Company, presentado este jueves.
La presidenta de Círculo Fortuny, Xandra Falcó, ha destacado que el sector contribuye al PIB entre el 0,5% y el 1%, y que las exportaciones de este tipo de productos ascendieron a los 20.000 millones, lo que supone un crecimiento del 4% con respecto a 2017, el año en el que la asociación realizó su anterior informe. A nivel europeo, el estudio posiciona a España con el 4,5% del mercado, tres veces menos que Francia y la mitad que Italia, dos de sus principales competidores. A nivel global, el porcentaje baja hasta el 1%.
Del informe, Falcó ha resaltado el buen comportamiento que han tenido en los últimos años las experiencias de lujo (gastronomía, turismo y eventos, entre otros), que en 2022 han superado en facturación a los bienes personales (moda, joyería, cosmética y mobiliario), con 8.600 millones frente a 8.400 millones.
Precisamente las experiencias han hecho que se amplíe y crezca la base de clientes del sector. “Son personas que de media no consumen productos de alta gama, pero sí que quieren tener una recompensa puntual y experimentar el lujo”, ha explicado Ignacio Marcos, socio senior de McKinsey & Company, antes de añadir que “hay eventos que no pueden satisfacer toda la demanda de lujo que tienen”.
Marcos también ha alertado a las marcas de que “el café para todos no va funcionar para el crecimiento”, ya que los clientes cada vez son más diversos, por lo que deben diseñar productos y experiencias diferentes que se adapten a cada tipo para poder atraerlos.
Un porcentaje muy importante del cliente de lujo en España lo representan los turistas de alto impacto, como los denomina el informe. “El ecosistema del turismo de alta gama ha crecido en los últimos cinco años en España. Y el país continuará atrayendo a este tipo de viajeros. Además, cada vez son más los que pasan aquí largas temporadas, teniendo incluso viviendas en propiedad”, ha afirmado Carlos Sánchez, socio de McKinsey & Company.
La recuperación completa del turismo, al que aún se tiene que sumar el proveniente de China que tardó más en abrir fronteras tras la pandemia, es uno de los factores que el informe coloca en lo que califica como “escenario positivo” para los próximos años.
Los otros dos son la captura del nuevo cliente, incluido de uno más joven, y el crecimiento tanto de la población nacional como de los nuevos residentes que adquiere este tipo de productos. En dicho escenario, el informe sugiere un crecimiento del sector entre el 9% y el 11%.
En un “escenario medio”, en el que haya un estancamiento del consumo global por un efecto económico y geopolítico así como una desaceleración de los flujos del turismo, la previsión rebaja la horquilla al 4% y el 7%. “A pesar de la incertidumbre económica, el sector se apoya en unos factores solidos que sugieren un crecimiento positivo de entre el 7% y el 9%”, se recoge en el informe. “Incluso en el peor escenario, no contemplamos un crecimiento menor del 4%”, ha apuntado Sánchez.
Durante la presentación, tanto Falcó como Sánchez y Marcos han analizado algunos de los puntos en los que es fundamental la colaboración con las administraciones públicas para que crezca el sector del lujo en España. Uno de los más relevantes es mejorar la conectividad. “Los vuelos directos con Estados Unidos son la mitad de los que tienen otros países que son nuestra competencia. Y, además, se han perdido conexiones directas con países asiáticos”, aseguró la presidenta del Círculo Fortuny. Del mismo modo, Falcó también pidió mayor agilidad en los tiempos para obtener visados de entrada.
Priorizar proyectos inmobiliarios, de restauración y hoteles de lujo es otro de los puntos en los que se hizo hincapié. Tanto para turistas esporádicos, como para los que pasan largas temporada. Y se señaló también la colaboración en materia de formación profesional para que los jóvenes se formen en oficios artesanos que se están perdiendo. Con información de Mamen Guerra/Cinco Días.