El universo es un sitio bastante amplio.
Si solo estamos nosotros,
me parecería un auténtico desperdicio de espacio.
Carl Sagan
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Durante la pandemia se detonó el ecommerce, así el comercio cambió vertiginosamente por las redes y plataformas, ejércitos completos se dedicaron a entregar mercancías de todo tipo, las empresas potencializaron sus departamentos donde los trabajadores empacan enceres utilizando toneladas y toneladas de materiales para empacar, plásticos que en poco tiempo se convertirán en basura y contaminantes para el medio ambiente.
Las redes sociales están inundadas de videos y fotografías que denuncian la contaminación de mares, ríos, bosques y suelos, animales atrapados en redes plásticas que son los aros de los six de las latas de cervezas, o una tortuga con un popote en la nariz, montañas de plástico que se convierten literal en islas dentro de los mares y ahí reposan aves y otra fauna que no debería tener contacto con esos materiales.
No sé si usted, pero a mí me sigue asombrando y molestando tanto empaque plástico para algo tan pequeño como puede ser un disco duro, plástico sobre plástico y luego adhesivo y al final una caja con los logotipos de las empresas. Una vez que se desempaca la compra todo se va a la basura y mucho de ese material no es reciclable, como ese que trae burbujas de aire y que uno revienta una a una para pasar el tiempo.
La producción global de plásticos se ha disparado en los últimos 50 años, y en especial en las últimas décadas. De hecho, en los últimos diez años hemos producido más plástico que en toda la historia de la humanidad, según la industria de plásticos, en Europa la producción de plástico alcanzó los 61,8 millones de toneladas en 2018.
Asia es la región con mayor producción del mundo, siendo responsable de la mitad de la producción mundial (51% del total). China es el principal productor de plásticos con un 30% del total en 2018, seguido por América del Norte (NAFTA) con un 18%.
A esto se suma que se calcula que cada año 6,4 millones de toneladas de residuos acaban en el mar. Entre el 60% y el 80% son plásticos, con picos de hasta el 95% en algunas zonas, según la asociación ambiental italiana Legambiente.
A pesar de los esfuerzos todavía falta mucho por hacer. En la Ciudad de México se han dejado de dar bolsas de plástico desde el 2020 igual que en otros 20 estados, así que si uno quiere ir al supermercado ahora tienen que llevar sus bolsas y que bueno, inclusive hay multas para los comercios que regalan bolsas plásticas o empaques no biodegradables, costó trabajo porque es un cambio de hábitos para la sociedad, pero ahí vamos.
Ahora se presentó en el Congreso de la Ciudad de México una iniciativa para regular y reducir los plásticos innecesarios que genera el comercio electrónico y en mayor medida se trata de polímeros como los de las bolsas que este mismo Congreso prohibió. De acuerdo con el Reporte Comercio Electrónico, Plástico Innecesario y Contaminación, en 2021 la Ciudad de México género 86 mil toneladas de basura plástica proveniente del comercio electrónico, equivalente a 29 camiones de basura al día, eso es un gastó 53.4 millones de pesos para su tratamiento, ese presupuesto se puede utilizar en temas como mitigar la falta de agua.
Una encuesta realizada por OCEANA, una organización dedicada a la protección de los océanos, siete de cada diez estuvieron de acuerdo en medidas para reducir el uso práctico innecesario en el comercio electrónico. El 51% se dijo muy preocupado por la contaminación del ambiente.
Es necesario que las empresas busquen nuevas formas para empacar sus mercancías; la autoridad debe regular el uso de esos materiales; y los clientes hacer conciencia y buscar la forma de reciclar.
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Hasta la próxima.