Las cosas que se pueden comprar con dinero
es mejor comprarlas sin pensar
demasiado si ganas o pierdes.
Es mejor ahorrar las energías para aquellas
cosas que no pueden comprarse con dinero.
Haruki Murakami
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
La fecha está marcada en el calendario, el 2 de junio la cita que tenemos todos los mexicanos es con la historia y en las urnas elegiremos a la primera mujer que ocupe la máxima magistratura de este país. Aunque hay tres opciones, las mediciones solo ponen a Claudia Sheinbaum y a Xóchitl Gálvez como las posibilidades, Jorge Álvarez Máynez es solo una mala anécdota de este proceso.
Pero seamos claros, debemos alegrarnos porque son dos mujeres las que están en competencia, aunque la exigencia debe ser la misma para todos y todas quienes ocupen el cargo de presidente, quien gane deberá ser sometida al escrutinio público como se hace en la mayoría de los países democráticos y no confundir el rigor de cuestionar al poder con la violencia política de género, denunciar cuando esta exista y aceptar cuando se trate del simple desacuerdo.
Así México tendrá su primera mujer en la silla presidencial, tuvieron que pasar 60 hombres antes que alguna de ellas. El voto de la mujer en nuestro país es relativamente joven pues se decretó en 1953 y en 1955 participaron por primera vez. La jalisciense Griselda Álvarez fue la primera fémina en ocupar una gubernatura en el estado de Colima en 1979. En 1982 Rosario Ibarra de Piedra se postuló a la presidencia y lo intentó de nuevo en 1988 pero declinó por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. La primera presidenta de Cámara de diputados fue la tlaxcalteca Beatriz Paredes Rangel en 1985. Apenas el año pasado Norma Piña fue electa como la primera mujer que preside la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Así que el camino ha sido largo, violento y tortuoso, pero en algún momento las cuotas de género deberán ser normalizadas y quedarnos con los mejores perfiles así indistinto. Lo mismo ocurrió en el INE hoy tenemos la primera mujer consejera presidenta, Guadalupe Taddei.
Claro que es una novedad, se trata de un hecho inédito para los mexicanos, aunque en el continente hay vastos ejemplos de mujeres presidentas que han dejado una huella, para bien o mal, en la historia de la región como la nicaragüense Violeta Barrios de Chamorro que llegó al poder en 1990 y es la primera en ocupar ese cargo en Latinoamérica.
Por su parte la panameña Mireya Moscoso asumió el cargo en 1999. La costarricense Laura Chinchilla hizo lo propio en 2010 y la chilena Michelle Bachelet en 2006. En Argentina Cristina Fernández de Kirchner en 2007. Mientras que la brasileña Dilma Rousseff en 2011.
Actualmente, solo hay dos mujeres presidentas en América, Xiomara Castro en Honduras y Dina Boluarte en Perú, además de una interina en El Salvador Claudia Rodríguez y en una semana será electa la tercera que entrará en funciones el 1 de octubre en México.
Estas presidentas han tenido errores y aciertos, por ejemplo, Xiomara Castro aún tiene pendientes en temas como la corrupción, la pobreza y los derechos humanos, a pesar de que fueron parte de sus grandes promesas en sus discursos de campaña política y durante su toma de posesión.
La elección del próximo domingo es importante para seguir dando pasos hacia una democracia consolidada, esa que inició apenas en el año 2000 y que hoy amenazan desde Palacio Nacional. Es muy importante analizar que representa cada candidata y que fracaso sería para todos que alguna permitiera que le movieran los hilos. Esperamos pues los tiempos de una mujer en la presidencia.
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Hasta la próxima.