Vladimir Putin ha vuelto a Chechenia trece años después. No pisaba el presidente ruso la república del Cáucaso desde 2011, entonces en calidad de primer ministro. Esta vez, Putin aterrizó en helicóptero el aeropuerto de Grozni, ya caída la noche del martes, para encontrarse con Ramzan Kadirov, quien había informado previamente de la visita del mandatario ruso a través de su canal de Telegram.
Durante el trayecto, el mandatario ruso hizo una parada para visitar Beslán por primera vez desde 2008. Allí mantuvo una breve reunión con las «Madres de Beslán», con quienes recordó el salvaje atentado perpetrado en 2004 por terroristas chechenos que acabó con la vida de sus hijos. Putin aprovechó la ocasión para acusar a los países occidentales de haber amparado aquella masacre que se cobró la vida de 334 rehenes, entre ellos 186 niños, y 31 militantes.
En unas imágenes difundidas por el Kremlin, el mandatario ruso aparecía depositando flores, arrodillándose y persignándose en el cementerio conmemorativo de la Ciudad de los Ángeles en honor de las víctimas. Hizo lo propio en el monumento dedicado a los combatientes de las fuerzas especiales del Servicio Federal de Seguridad (FSB) que asaltaron la Escuela nº 1 donde los terroristas chechenos habían tomado como rehenes a más de 1.100 personas.
«En el extranjero se intentó no solo justificar el atentado terrorista de Beslán, sino también proporcionar todo tipo de ayuda a los terroristas», deslizó Putin, sin formular acusaciones explícitas. «Estas personas no tienen moral ni principios, solo tienen sus intereses. Rusia derrotó a los terroristas en el Cáucaso y derrotará a los neonazis que cometen crímenes en el Donbás y en la región de Kursk», zanjó.
En su conversación con el presidente ruso, las Madres de Beslán elevaron sus quejas sobre el bloqueo de la investigación del atentado, según informó la copresidenta del grupo, Aneta Gadiyeva, al medio independiente Agentstvo. Putin repuso que no tenía conocimiento del estado de las pesquisas y prometió que se lo trasladaría al jefe del Comité de Investigación.
En 2017, en respuesta a una demanda conjunta de 89 familias de víctimas de Beslán, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dictaminó que el Gobierno ruso no actuó ante la evidencia de un probable ataque, que utilizó «fuerza indiscriminada» que contribuyó a aumentar el número de bajas entre los rehenes y que, además, cometió otros fallos para proteger las vidas de los ciudadanos rusos. El tribunal condenó a Moscú a pagar casi 3 millones de euros
Ya en Chechenia, Putin llegó a la Universidad Rusa de Fuerzas Especiales (RUS, por sus siglas) en compañía de Kadirov para observar el entrenamiento de los voluntarios chechenos que serán enviados a la denominada «operación militar especial», según TASS, eufemismo utilizado por el Kremlin para referirse a la guerra en Ucrania.