El secretario de Estado de Estados Unidos ha dicho que «lo único que se interpone entre el pueblo de Gaza y un alto el fuego» es Hamás, Anthony Blinken intenta que Israel no invada Rafah.
«Tienen que decidir y tienen que decidir rápido (…) Tengo la esperanza de que tomen la decisión correcta y podamos tener un cambio fundamental en la dinámica».
El ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Cameron, dijo a su vez que Hamás debería aceptar el acuerdo de un «alto el fuego sostenido de 40 días».
En los últimos días, los actores internacionales han renovado sus esfuerzos para negociar un alto el fuego en el conflicto que ya dura casi siete meses. Los crecientes preparativos de Israel para una operación terrestre en Rafah, donde más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han buscado refugio de los combates en otros lugares, significan que las conversaciones de esta semana en El Cairo pueden ser la última oportunidad para que las negociaciones liberen a los rehenes israelíes y detengan o pongan fin a la guerra.
Se esperaba que una delegación de Hamás, que incluía al subjefe del grupo militante palestino en Gaza, Khalil al-Hayya, llegara a la capital egipcia para responder a la última propuesta de tregua y liberación de rehenes de Israel a través de mediadores egipcios y qataríes.
Se espera que Blinken, en su séptima visita a la región desde que estalló la guerra, visite Israel para discutir las negociaciones. Israel no ha confirmado públicamente si también enviará una delegación a El Cairo.
La última propuesta de alto el fuego parece incluir importantes compromisos por parte de Israel, que está bajo presión interna sobre el destino de los rehenes y enfrenta críticas internacionales por la crisis humanitaria que su guerra ha causado en Gaza.
Unos 1.200 israelíes murieron y otros 250 fueron tomados como rehenes en el ataque de Hamas el 7 de octubre. Más de 34.000 palestinos han muerto en la operación de represalia de Israel en Gaza, que ha dejado a civiles desesperados sin atención médica, alimentos ni agua y ha reducido la mayor parte del territorio costero a ruinas.
Según se informa, Israel está dispuesto a aceptar la liberación de solo 33 rehenes a cambio de palestinos detenidos en cárceles israelíes, y una segunda fase de una tregua que incluye un «período de calma sostenida», una nueva respuesta a la repetida demanda de Hamas de un alto el fuego permanente.
Según se informa, también está abierto a discutir el regreso de los palestinos a sus hogares en la mitad norte de la franja y la retirada de las tropas del corredor militar que ahora divide el territorio.
El ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, dijo que Egipto era optimista sobre las nuevas conversaciones. «Tenemos la esperanza de que la propuesta haya tenido en cuenta las posiciones de ambas partes, haya tratado de obtener moderación de ambas partes y estamos esperando tener una decisión final», dijo.
Un alto funcionario de Hamás dijo que el grupo no tenía «problemas importantes» con el plan de tregua más reciente, que en esencia sigue siendo el mismo que el acuerdo esbozado en varias rondas de conversaciones fallidas desde fines de noviembre.
En los últimos días, Hamás ha difundido varios videos de prueba de vida de rehenes, una medida ampliamente interpretada como un gesto de buena fe hacia los mediadores.
Israel ha dicho que los líderes de Hamás, junto con cuatro batallones de combatientes, están acampados en Rafah, utilizando a los rehenes israelíes como escudos humanos, y que es necesaria una operación terrestre para lograr la promesa de Benjamín Netanyahu de una «victoria total» sobre los militantes palestinos y traer a los rehenes restantes a casa.
Pero el plan largamente amenazado para atacar Rafah ha provocado una intensa oposición de los aliados de Israel, incluido Estados Unidos, que dice que las condiciones de hacinamiento podrían provocar miles de víctimas civiles, así como interrumpir aún más las entregas de ayuda que ingresan desde Egipto. Joe Biden «reiteró su clara» oposición a una invasión de Rafah en una conversación con Netanyahu el domingo. CH
