España lanzó este 1 de julio una moneda de 2 euros para conmemorar la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea (UE), que el país ha asumido por quinta vez con la incógnita de si el Gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos que ha fijado las prioridades de cara al semestre será el que la culmine el 31 de diciembre o por el contrario habrá un nuevo Ejecutivo resultante de las elecciones del 23 de julio que tenga que asumir la tarea.
La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, ubicada en Madrid, comenzó a emitir estas monedas el pasado 1 de junio, y se calcula que 1,5 millones de unidades han entrado ya en circulación en España para recorrer Europa.
Tienen las mismas características técnicas que otras monedas de 2 euros ya en circulación, pero la diferencia radica en la cara nacional, que presenta un diseño creado para esta ocasión. La nueva moneda española muestra dos imágenes. La primera es el logo de la Presidencia española del Consejo de la UE. Alrededor del logotipo se encuentran las leyendas: “España 2023- Presidencia española” y “Consejo de la Unión Europea”. La segunda imagen, en la parte inferior, representa la marca de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. En el anillo exterior de la moneda se encuentran las 12 estrellas de la bandera europea.
De acuerdo con las conclusiones del Consejo Europeo del 10 de febrero de 2009, los Estados miembros de la zona del euro y los países que hayan celebrado un acuerdo monetario con la UE que prevea la emisión de monedas en euros pueden emitir monedas conmemorativas destinadas a su circulación. Para ello deben cumplir determinadas condiciones, entre las que destaca que solo se puedan utilizar para ese fin las monedas de 2 euros.
Además, deberán tener las mismas características técnicas que otras monedas de 2 euros, pero su cara nacional presentará un diseño conmemorativo de gran simbolismo a nivel nacional o europeo.
La Presidencia española se produce en un momento relevante en la UE, toda vez que será la última completa de la actual legislatura puesto que en la siguiente, que ostentará Bélgica, está prevista la celebración de elecciones a la Eurocámara del 6 al 9 de junio.
A España le tocaría tratar de sacar adelante los expedientes legislativos que aún están pendientes o al menos lograr avances significativos para que puedan cerrarse antes de la cita con las urnas. De los 350 que queda, España ha centrado su atención en unos 120 de ellos.
El adelanto de diciembre al 23 de julio de las generales decidido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, marcará ahora el semestre, toda vez que podría producirse un relevo en el Palacio de la Moncloa y el Ejecutivo saliente podría estar en funciones durante varias semanas, en función de la claridad del resultado electoral.
Desde el Gobierno se ha defendido desde el principio que la celebración de elecciones durante una Presidencia de turno no es algo inusual y esto no tiene por qué afectar al transcurso de la misma. Con información de Cinco Días.