Los miembros del equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, trabajan en la flexibilización de la normativa federal sobre los vehículos autónomos, según confirma la agencia de noticias Bloomberg. Aunque de momento no son más que rumores en los pasillos de la todavía Casa Blanca controlada por los demócratas, el posible cambio de la ley está dando alas a Tesla en el Nasdaq estadounidense, cuyos títulos se han llegado a disparar un 8% durante algunos instantes de la negociación previa al inicio de la sesión de este lunes, hasta cotizar sobre los 341,13 dólares (unos 322,99 euros por título). La capitalización de la firma controlada por Elon Musk se ha disparado un 28% desde la noche electoral del pasado 5 de noviembre.
Este no es el primer rumor que beneficia a la firma de vehículos eléctricos dirigida por Musk. La semana pasada, la prensa estadounidense destacaba que la nueva administración republicana busca eliminar las ayudas impositivas para la compra de vehículos eléctricos. Desde el año pasado, los estadounidenses que adquieren un coche de este tipo reciben un beneficio por hasta 7.500 dólares. La quita de este programa podría ayudar a Tesla porque, aunque podría desalentar nuevas ventas, perjudicaría a otras empresas y limitaría la competencia en el sector. Al mismo tiempo, el equipo Trump busca rebajar las exigencias medioambientales para los autómoviles de propulsión térmica. De acuerdo a la legislación aprobada hace menos de un año, el 67% de los turismos deberían ser eléctricos en 2032. Un cambio en este sentido alteraría los planes de otros fabricantes locales como Ford y General Motors, lo que consolidaría el predominio de Tesla en el sector eléctrico.
Elon Musk, prometió a sus inversores durante la presentación de resultados del pasado trimestre que quiere impulsar el negocio de los robotaxis cuyo servicio espera poder poner en marcha en 2025 en diferentes ciudades de Estados Unidos. En estos momentos, la compañía ya ofrece este transporte para sus empleados en la bahía de San Francisco. A día de hoy, las normas federales estadounidense plantean obstáculos para el desarrollo de la tecnología de conducción sin volante ni pedales a gran escala por las reticencias existentes en todo lo que tiene que ver con la seguridad.
Y es que si bien la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) —organismo dependiente del Departamento de Transporte estadounidense— podría emitir una normativa que agilice la adopción del coche autónomo en las carreteras norteamericanas, Trump estaría buscando, según la agencia de noticias Bloomberg, acelerar todo el proceso a través de una ley del Congreso, que despejaría el camino para un uso masivo de esta tecnología sin conductor. Actualmente, la NHTSA permite a los fabricantes desplegar una flota de 2.500 vehículos autónomos cada año bajo una exención concedida, aunque el objetivo es que esta cifra se pueda aumentar hasta las 100.000 unidades. No obstante, esta medida ya ha fracasado en su trámite legislativo hasta en dos ocasiones anteriores. La primera durante el primer mandato de Trump, cuando se llegó a aprobar un proyecto de ley para aumentar la flota de coches autónomos, pero la medida se estancó en el Senado.
La cotización de Tesla es altamente sensible a cualquier cambio regulatorio en este sentido. En octubre, los analistas del banco suizo UBS insistieron en que la posibilidad de que el servicio de vehículos autónomos no viera la luz era un gran riesgo para la compañía, ya que la firma aún no ha recibido los permisos por parte de las autoridades correspondientes. Incluso, Trump jugó en contra del magnate de origen sudafricano al afirmar en Detroit, cuna del motor estadounidense, que iba a “detener el funcionamiento de los vehículos autónomos”.
Tras estos rumores, los analistas estiman que Tesla podría acelerar los planes de producción de su nuevo modelo ‘Cybercab’. Steve Man, de la firma Bloomberg Intelligence, estima que esto podría llegar a suceder en 2027. Además, Man precisa que General Motors sería otra de las grandes beneficiadas, ya que la icónica firma estadounidense lleva esperando la aprobación gubernamental para su modelo autónomo Cruise desde 2023. Sin embargo, los títulos de la firma con sede en Detroit caen un 1% a comienzo de la sesión bursátil.
La realidad es que todavía hay que ver qué sucede con los litigios que tiene Tesla abiertos en Estados Unidos por este sistema de conducción autónoma total (‘Full Self Driving’).
Hace unas semanas, la Administración de Seguridad Vial de Estados Unidos abría una investigación federal contra la compañía para determinar si su sistema de conducción autónoma parcial es defectuoso tras haberse registrado cuatro accidentes, uno de ellos con un fallecido, en los que estuvieron involucrados sus vehículos.
En concreto, lo que buscan evaluar las autoridades estadounidenses es si el sistema de Tesla es capaz de detectar y responder adecuadamente a los entornos de niebla y situaciones de baja visibilidad en la carretera. En todo caso, Tesla planea implementar esta tecnología en Europa y China durante el primer trimestre de 2025, aunque todavía se encuentra pendiente de las aprobaciones regulatorias necesarias.