Lo dijo hasta en cinco ocasiones en medio de una Asamblea expectante ¡No voy a dimitir! Un Luis Rubiales desafiante criticó el «falso feminismo» y dijo ser víctima de un «asesinato social». Y afirmó categórico que permanece como jefe de la Federación Española de Fútbol (RFEF) en medio de feroces críticas y una investigación de la FIFA por besar a la española Jennifer Hermoso en los labios durante la presentación del trofeo de la final de la Copa Mundial Femenina.
En un comunicado de prensa, cuatro horas después de que Rubiales afirmase de que continuara al frente de la Real Federación Española de Fútbol, la jugadora Hermoso emitió un comunicado de prensa en el que afirma que no fue consentido (el beso) y condenó que se ponga en duda su palabra. Al tiempo que, reiteró, las campeonas del mundo no volverán a jugar si no hay cambios.
Por la mañana, Rubiales en una Asamblea general extraordinaria de la RFEF, reiteró que él vivía una auténtica caza de brujas. «Lucharé contra esto hasta el final».
Rubiales caracterizó los eventos de los últimos cinco días como un «asesinato social», y agregó: «Están tratando de matarme». Rubiales vinculó los acontecimientos de los últimos días a lo que calificó como «el falso feminismo, uno de los flagelos de este país».
El comentario provocó el aplauso de algunos miembros de la federación, incluido a Jorge Vilda, el entrenador del equipo nacional femenino. «El falso feminismo no busca la justicia ni la verdad. No le importa la gente», agregó Rubiales.
Un día antes, los medios españoles habían informado ampliamente sobre los planes del jefe del fútbol para renunciar. El giro sorpresa provocó un torrente de reacción, con muchos llamados renovadores para que Rubiales renunciara. «Lo que hemos visto hoy en la asamblea de la federación es inaceptable», dijo Yolanda Díaz, ministra de Trabajo en funciones de España y segunda viceprimera ministra, en las redes sociales. «El gobierno debe actuar y tomar medidas urgentes: se acabó la impunidad por las acciones machistas. Rubiales no puede continuar en el cargo».
La ministra interina de igualdad del país, Irene Montero, quien a principios de esta semana describió el beso como una «forma de violencia sexual», dijo en las redes sociales que Rubiales estaba «buscando impunidad». Dada su negativa a renunciar, el fiscal general de España y el Consejo Nacional de Deportes tomarían medidas, agregó. «Ahora, más que nunca, Jenni Hermoso, no estás sola».
Las reacciones también llegaron de la comunidad futbolística, incluidos los miembros del equipo ganador de la Copa del Mundo. «Esto es inaceptable», escribió en las redes sociales Alexia Putellas, ganadora del Balón de Oro y compañera de equipo de Hermoso, y agregó: «Estoy contigo Jenni Hermoso».
Minutos después, la portera Cata Coll expresó el mismo mensaje de solidaridad en las redes sociales. «Qué lástima que las 23 jugadoras de fútbol no sean las protagonistas», escribió, insinuando cómo los eventos de la semana pasada han amenazado con eclipsar los increíbles logros de La Roja.
Borja Iglesias, delantero del Real Betis, dijo que no regresaría al equipo masculino de España hasta que las cosas cambien. «Estoy triste y decepcionado», escribió en las redes sociales, y agregó que sentía que los eventos de hoy no lo habían «representado como jugador de fútbol y persona».
En su discurso, Rubiales dejó en claro que estaba tratando de ganarse el favor de los 140 miembros de la federación, de los cuales solo seis son mujeres. Comenzó con una disculpa por agarrar su entrepierna, describiéndolo como un gesto «desafortunado» hecho en la «euforia» del momento. El gesto, hecho cuando la princesa de 16 años del país estaba cerca, supuestamente estaba dirigido a la entrenadora del equipo, Vilda, como un homenaje. «Tengo que disculparme con la familia real», dijo. «No fue muy edificante».
Buscó establecer un paralelismo entre los acontecimientos de los últimos días y Vilda, cuyo liderazgo del equipo español ha resultado controvertido. El año pasado, 15 jugadores se negaron a jugar para Vilda, quejándose de sus tácticas, métodos de entrenamiento y estilo de gestión. «Hemos pasado por mucho, han querido hacerte lo mismo que me están haciendo a mí ahora».
A pesar del análisis generalizado de que el equipo femenino ganó la Copa del Mundo a pesar de Vilda, Rubiales dijo que estaba trabajando para que el contrato del entrenador se extendiera por otros cuatro años con un salario mejorado de 500,000 euros por año.
Argumentó que el beso plantado en Hermoso fue consensuado y que «no había dominio», alegando que le había preguntado si podía darle un pico. «Ella dijo que estaba bien».
Comparó el beso con uno que le daría a sus hijas, una afirmación aparentemente contradicha por una broma que Rubiales hizo poco después del beso sobre casarse con Hermoso. Minutos después de que el beso, pronunciado en el escenario durante la ceremonia oficial posterior al partido, fuera capturado por la cámara, Hermoso dijo en una transmisión en vivo después que «no le gustó».
Días después, su sindicato, Futpro, que según Hermoso representa sus intereses en este caso, dijo que estaba trabajando para garantizar que «actos como los que presenciamos no queden impunes, sean sancionados y que se adopten las medidas pertinentes para proteger a los futbolistas contra acciones que son inaceptables».
El comité disciplinario de la FIFA a Rubiales que sus acciones en Sydney podrían haber violado su código disciplinario. La intervención del organismo rector del fútbol mundial se produjo después de días de presión, incluidas fuertes reprimendas del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, el sindicato mundial de jugadores, Fifpro, y varias figuras destacadas del fútbol. Además, el sindicato Futpro en España había expresado su «condena firme y rotunda» por un comportamiento «que viola la dignidad de la mujer». CH
