Somos nuestra memoria,
somos ese quimérico museo de formas inconstantes,
ese montón de espejos rotos.
Jorge Luis Borges
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
No hay como la lectura para ejercitar el músculo cerebral, una buena lectura activa la imaginación y hace que nos esforcemos por la recreación de escenarios, crear personajes, vivir la historia, reflexionar sobre temas infinitos y nos hace obtener conocimiento trascendente, de ese que se queda para toda la vida, que perdura y nos da marco referencial, histórico y contexto. Bueno no seamos tan solemnes porque un café sabe mejor entre páginas y las charlas se vuelven hasta inolvidables.
Pretextos y razones siempre sobran para regresar a la lectura de los clásicos, los latinoamericanos, los rusos, El Quijote, El Ulises, la Biblioteca de Babel, los ensayos, las poesías, los cuentos, los contemporáneos y por qué no hasta los de política y los light que hablan de superación, si le sirven al lector pues adelante.
Recién terminó la Feria del Libro de Guadalajara, la segunda más importante del mundo luego de la de Frankfurt en Alemania, son 9 días qué se viven al máximo entre las editoriales, los stands que ofertan sus novedades, sus mejores productos y acercamiento con autores. Camiones llenos de estudiantes de nivel primaria, secundaria y preparatoria de esa región de México hacen fila para entrar, los pasillos se llenan y es casi imposible caminar, algunos seguramente obligados tienen contacto con la literatura y que bueno.
En esta edición número 37 el rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ricardo Villanueva, resaltó un récord en el número de asistentes con una cifra de 857 mil 315; en 2019 cuando la pandemia todavía no hacía acto de presencia se llegó a una cifra de 828 mil 266 personas.
México se encuentra a nivel mundial en el lugar 107 de 108 países, se leen 3.4 libros en el último año y somos en comprensión de lectura 27.1%, así que los esfuerzos valen la pena para tener una mejor sociedad, más informada y con mejor capacidad para resolver problemas.
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara también desnuda a los farsantes, así le pasó al ex presidente Enrique Peña Nieto qué mostró su nivel cuando no pudo nombrar sus tres libros que marcaron su vida y desde ahí se convirtió en el favorito de las redes sociales y los memes. Ahora le tocó a Xóchitl Gálvez quien titubeó a la hora de nombrar el título de su libro. Otros se acobardan y no van como Claudia Sheinbaum y hasta el actual presidente López Obrador no se ha atrevido a visitarla.
No cabe duda que la educación es la única forma de encontrar nuevos niveles para las sociedades latinoamericanas, tener mejores modelos, mejores gobiernos y mejores sociedades y la lectura es ineludible… Sigamos leyendo.
Escríbeme tus comentarios al correo suartu@gmail.com y sígueme en la cuenta de Instagram en @arturosuarez_.