El Consejo General de Economistas (CGE) apunta que, a pesar de las preocupaciones por una fuerte desaceleración a principios de 2023, se ha evidenciado la resiliencia económica a lo largo del año. Los primeros tres trimestres registraron un crecimiento del 0,6%, 0,4% y 0,3%, respectivamente. Aunque estos valores son menores que los del año anterior, un cuarto trimestre con un crecimiento del 0,3% proyectaría un crecimiento anual del 2,4% para 2023, superando el pronóstico del año pasado (1%).
La extensión de las ayudas posteriores a la pandemia busca sostener el impulso positivo del consumo y la demanda interna. Se espera que en 2024 se ejecute una parte significativa de los fondos europeos otorgados, lo que, a pesar de las incertidumbres, podría llevar a un aumento del PIB del 1,6%.
Apuntan los economistas que el año 2022 estuvo notablemente influenciado por los impactos económicos derivados de la guerra en Ucrania, la crisis energética y el aumento en los precios de las materias primas. En el último trimestre de 2023, se sumó el conflicto entre Palestina e Israel, generando una incertidumbre sobre su evolución futura, lo que dificulta su predicción.
Respecto a otros países de nuestro entorno en 2023, España es de los mejor situados, gracias sobre todo a la evolución del consumo interno, especialmente de los hogares, que en el tercer trimestre ha aumentado un 1,4%. La economía en la zona euro experimentó una contracción persistente durante seis meses seguidos, con un declive especialmente marcado en el tercer tercio del pasado año. Nota de Alfonso Bello/El Economista de España.