Durante estos casi ocho años me dediqué en cuerpo y alma a servir a Portugal y los portugueses. – Antonio Costa.
El primer ministro de Portugal, António Costa, ha presentado este martes su dimisión después de que su residencia oficial fuera registrada, dentro de una trama que le acusa, junto a otros políticos del país, por supuestos delitos de prevaricación, corrupción activa y pasiva y tráfico de influencias en la explotación de minas de litio y un proyecto producción de energía a partir de hidrógeno.
Después de que la Fiscalía del país confirmara que Costa también estaba siendo investigado, el primer ministro ha presentado su renuncia en un mensaje televisado desde el Palacio de Sáo Bento, su residencia oficial. Aunque Costa mantiene su inocencia ante estas graves acusaciones, ha asegurado que “la dignidad del cargo” de primer ministro no resulta compatible con la “sospecha de la práctica de cualquier acto criminal” .
El socialista Costa llevaba en el poder desde el año 2015, cuando consiguió formar una coalición de gobierno con otros partidos de izquierdas. Aunque la relación con estas fuerzas políticas se deterioró por divergencias sobre la crisis inmobiliaria en el país y la situación de la sanidad y la educación, Costa consiguió mayoría absoluta en las elecciones parlamentarias de 2022 y se convirtió en una referencia dentro del socialismo europeo.
Su veteranía en el puesto había hecho que incluso su nombre sonara en las quinielas para el relevo de la cúpula comunitaria como posible sucesor de Charles Michel al frente del Consejo después de los próximos comicios europeos del mes de junio. Pero todo indica que la carrera política de Costa tanto en su país como en la arena internacional ha quedado sentenciada tras este caso de corrupción que ha sacudido los cimientos del país.
En esta investigación se han registrado más de 40 lugares y forman parte del operativo 17 magistrados de la Fiscalía, tres magistrados judiciales, dos representantes del colegio de abogados, 145 agentes policiales y nueve de la autoridad tributaria. De momento, se conoce que las pesquisas se concentran en las concesiones para extraer litio de las minas de Romano y Barroso, en el norte del país, en un proyecto para producir energía a través del hidrógeno en puerto de Sines- financiado con fondos europeos- y un centro de datos en la misma localidad.
Dentro de los lugares registrados, se encuentran los ministerios de Medio Ambiente y Acción Climática y el de Infraestructuras y la secretaria de Estado de Energía y Clima. Según algunos medios del país, acabarán siendo acusados el ministro de Medio Ambiente, Duarte Cordero, el de infraestructuras Joao Galamba y el ex ministro de Medio Ambiente Joao Pedro Matos Fernandes. Hasta el momento han sido declarados “arguidos” según el derecho portugués, lo que significa que son sospechosos formales, un estadio previo a la acusación propiamente dicha.
Portugal es el país europeo con mayores reservas de litio, materia prima imprescindible para la construcción de las baterías. Aunque hasta ahora este material se utilizaba sobre todo en el vidrio y la cerámica, la implantación del coche eléctrico para luchar contra el cambio climático y la fuerte dependencia europea de países terceros, sobre todo China, ha despertado un nuevo apetito por este elemento químico. A pesar de esto, la baja calidad del litio portugués y el impacto medioambiental de ciertos proyectos había hecho que la concesión de ciertos permisos de explotación haya sido polémica en los últimos años.
Varios de los sospechosos detenidos en las últimas horas habían señalado al propio primer ministro del país como responsable de haber “desbloqueado procedimientos” de concesiones. La dimisión de Costa se ha producido dos horas después de conocerse el registro en su residencia oficial y de la detención de su jefe de gabinete, un asesor próximo, el alcalde de Sines y dos administradores de la sociedad Start Campus.
El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, ha publicado este martes una nota en la que acepta la dimisión de Costa. Ahora de Sousa debe elegir entre disolver el Parlamento portugués y convocar elecciones o nombrar a un nuevo primer ministro perteneciente al Partido Socialista. Todo indica que esta decisión va a dilatarse hasta este jueves. Según la misma nota, el presidente convocará este miércoles a los partidos políticos representados en la Asamblea de la República y este jueves se reunirá a las tres de la tarde en el Palacio de Belén con el Consejo de Estado, un órgano consultivo que debe pronunciarse sobre los próximos pasos aunque su dictamen no es vinculante. Tras este encuentro, Sousa se dirigirá inmediatamente después al país. La oposición conservadora ha pedido nuevos comicios.
En lo que parecen sus últimas palabras como político en activo, Costa ha asegurado que “durante estos casi ocho años me dediqué en cuerpo y alma a servir a Portugal y los portugueses”. Tras la austeridad de los años de la crisis de deuda, el país vivió durante el mandato de Costa un boom turístico que vino aparejado a un sistema fiscal beneficioso para los denominados nómadas digitales y pensionistas de otros países.
Este incremento de expatriados con alto poder adquisitivo ha acabado incrementando el precio de la vivienda en el país, lo que hizo que Costa perdiera el favor de los partidos de izquierdas con los que formó coalición durante su primer mandato. Desde las últimas elecciones, la inestabilidad parecía haberse apoderado de la política lusa ya que más de una docena de miembros del Gobierno han dimitido por varios escándalos. CH