Las últimas restricciones aplicadas en el Canal de Panamá para minimizar los efectos de la sequía pueden suponer un nuevo quebradero de cabeza para el mercado del petróleo. El riguroso sistema de ‘citas’ para pasar por esta zona de tránsito dejará fuera a los grande barcos que transportan crudo para priorizar el comercio de otro tipo de cargas.
El Canal necesita 190 millones de litros de agua dulce por barco pero el lago Gatún, que nutre la vía fluvial y alimenta las esclusas, sigue con niveles de agua históricamente bajos no visto desde la década de los 50 del siglo pasado. Con esta situación, que parece que se extenderá en el tiempo, la Autoridad del Canal de Panamá anunció la semana pasada nuevos recortes en la cantidad de barcos que permitirá el paso cada día.
Desde noviembre no pueden pasar por la vía transoceánica 31 barcos tras recortar en uno más la decisión de mediados de septiembre y se espera que para febrero las franjas horarias de tránsito diario podrían reducirse a aproximadamente la mitad de la capacidad normal de la vía fluvial, recoge Bloomberg.
La situación será especialmente complicada para los barcos bajo el sistema ‘tramp’, es decir, embarcaciones no regulares que portan cargas homogéneas (granel, cereales, carbón, madera, cemento, hidrocarburos…) pero que no cuentan con horarios fijos -como sí lo hacen los portacontenedores- porque no saben hasta última hora donde embarcarán la mercancía ni en qué puerto la descargarán. Este es el caso de los petroleros, que pueden variar sus rutas en función de dónde aparezca un comprador.
«Los grandes petroleros ya no figurarán en este comercio», indicó el asesor de envíos Poten & Partners en un comunicado el pasado viernes. No poder pasar por el Canal de Panamá, que une los océanos Atlántico y Pacífico, significa navegar miles de kilómetros más, con el aumento de los costes que conlleva el periplo.
Así, las fechas de carga habilitadas en el calendario del Canal de Panamá serán adjudicadas a los portacontenedores, de salida y destino prefijadas. Tampoco es probable que los petroleros consigan tránsitos a través de las subastas que el Canal realiza para algunos huecos. Hace unos días, un gran transportista de gas licuado del que no ha trascendido el nombre, desembolsó 2,85 millones de dólares para atravesar el Canal, pero ni siquiera previo pago de altas sumas de dinero parece que vaya a haber hueco para estos buques mientras la sequía se mantenga. CH
Fotografía de Alex Pagliuca