La Corte Penal Internacional (CPI) tiene la intención de emitir órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, acusados de crímenes contra la humanidad por las acciones de Israel en la guerra de Gaza, anunció su fiscal jefe, Karim Khan. También se emitirán órdenes de arresto contra los líderes de Hamás, Yahya Sinwar, Ismail Haniye y Mohamed Deif, dijo Khan y exigió la liberación de los 128 rehenes restantes en Gaza.
En Israel se temía que este día podría llegar, pero trataban de ignorarlo. Tanto, que no hay un ningún plan de acción por parte del gobierno, según señaló este lunes el periodista Sulimán Maswade en las noticias del canal público Kan.
Khan habló por primera vez de las órdenes de arresto en una entrevista con Christiane Amanpour de CNN y luego publicó un video y un texto de declaración del tribunal. Las formas de Kahn también fueron criticadas por ciertos sectores en Israel.
“Hay motivos razonables para creer que todos tienen responsabilidad penal, entre otros delitos, por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”, dijo el fiscal a CNN.
Sobre los líderes de Hamás, dijo que serían acusados de exterminio, asesinato, toma de rehenes, violación y agresión sexual. Con respecto a los israelíes dijo que los cargos serían crímenes de causar exterminio, provocar hambruna como método de guerra, incluida la denegación de suministros de ayuda humanitaria, y atacar deliberadamente a civiles en conflicto.
El primer oficial israelí en reaccionar a la noticia fue el parlamentario Danny Danon: «Un tribunal que pone en la misma categoría a un primer ministro y un ministro de Defensa de un país democrático, junto con los líderes de una organización terrorista que inició un ataque terrorista en el que miles de ciudadanos fueron masacrados, asesinados y violados, no se puede llamar un tribunal. Es un teatro de marionetas que baila según las instrucciones de los terroristas. Es de esperar que las verdaderas democracias condenen esta decisión antisemita”.
Después vino el ministro del gabinete de guerra, Benny Gantz: “La posición del fiscal de solicitar órdenes de arresto es en sí misma un crimen de proporciones históricas que será recordado durante generaciones”.
«El Estado de Israel está librando una de las guerras justas de la historia moderna tras una masacre reprensible perpetrada por los terroristas de Hamás el 7 de octubre”, añadió. También dijo que Israel lucha con uno de los “códigos morales más estrictos de la historia, al mismo tiempo que cumple con el derecho internacional y cuenta con un sistema judicial independiente y robusto”, por lo que “establecer paralelismos entre los líderes de un país democrático decidido a defenderse del terrorismo despreciable y los líderes de una organización terrorista sedienta de sangre es una profunda distorsión de la justicia y una flagrante quiebra moral”.
El líder de la oposición, Yair Lapid, dijo vehemente en un video que Israel “no aceptará una comparación con Hamás”. “No es posible emitir órdenes de arresto contra Netanyahu, Sinwar y Deif. No existe tal comparación, no podemos aceptarla y es imperdonable”, afirmó, calificando la decisión como “un terrible fracaso político”.
También la líder del partido laborista, Merav Michaeli, tildó la decisión de Kahn como escandalosa, al igual que el presidente, Isaac Herzog, y Michaeli aprovechó para señalar a Netanyahu como el culpable de haber traído la crisis profunda en la que se encuentra el país. Poniendo el peligro incluso la alianza incombustible con Estados Unidos.
La opinión generalizada es que, a pesar de las implicaciones reales para los líderes, en caso de que se emita efectivamente la orden de arresto, el CPI es un cuerpo no neutral. Herzog lo criticó diciendo que el anuncio muestra “hasta qué punto el sistema judicial internacional está en peligro de colapsar”.
También dijo que la medida ha sido “tomada de mala fe. Esta medida unilateral representa un paso político unilateral que envalentona a los terroristas en todo el mundo y viola todas las reglas básicas de la corte de acuerdo con el principio de complementariedad y otras normas legales”.
Varios son los analistas que señalan el peligro de que esta decisión vaya a perjudicar aún más a Israel en la comunidad internacional, dando legitimidad al antiisraelismo y antisemitismo que están en alza en el mundo.
Por su parte, el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas de Israel, el cuerpo que representa a la mayoría de los cautivos y desaparecidos tras el 7 O, respondió al anuncio del fiscal de la CPI diciendo que el foro «rechaza la comparación de los líderes de Israel con los terroristas de Hamás».
“El Foro de las Familias no se siente cómodo con la equivalencia trazada entre los dirigentes de Israel y los terroristas de Hamás”, decía el comunicado oficial. “Creemos que la manera de demostrar esta distinción al mundo es iniciar inmediatamente negociaciones que liberen a los rehenes: los vivos para su rehabilitación y los fallecidos para su entierro”, instaba el comunicado de las familias al gobierno de Benjamin Netanyahu, acusado de no ser resolutivo e incluso sabotear las negociaciones.
El Foro de Familias aplaudió la emisión de órdenes judiciales contra altos funcionarios de Hamás, lo que sirve como un mayor reconocimiento de los crímenes contra la humanidad que cometieron el 7 O y continúan perpetrando, refirió. Con información de La Razón.