“Nos hemos vuelto todos locos. Pensar que se pueden emplear estas cantidades tan enormes en el corto plazo no es realista. Se exageró todo, se habló de que incrementaría la productividad. Pero eso no se crea así como así, necesita la complicidad de los sectores empresariales. Muchas cosas no se improvisan”. Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas.
“Al fondo de recuperación le queda algo menos de tres años de vida y, en muchos sentidos, la segunda mitad de su vida será más complicada que la primera a medida que las inversiones llegan a una etapa crítica”, advirtió el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, expresidente del Consejo de Ministros de la República Italiana.
La respuesta de Europa a la crisis del covid-19 de cara a la recuperación de los países más afectados del este y del sur del continente, en esta ocasión fue contundente, además con un consenso unánime de los países del norte, normalmente conocidos defensores de las reglas fiscales.
El programa diseñado con una cuantía mastodóntica, conocido como Next Generation, dos palabras que se nos antojan tan populares al día de hoy, movilizaba 723.800 millones de euros, de ellos el 50% en subvenciones y el resto en préstamos, esta vez no con cargo a los presupuestos de los Estados miembros sino de deuda comunitaria, emitida a tales efectos. El acceso a estos recursos se condicionaba a que los receptores adopten reformas legislativas y demuestren que están cumpliendo con los objetivos en el aprovechamiento de estos fondos. Estos fondos se canalizaban por dos programas: el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRRR) y la Ayuda a la Recuperación para la Cohesión de los Territorios de Europa (React-EU). En nuestro país el plan se denominaría Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia.
ESPAÑA, EL MÁXIMO DE RECURSOS
Desde el inicio del Plan han pasado 30 meses, quedando un período similar para la ejecución de los 163.000 millones que nos correspondieron (ver apoyos gráficos), que resultan de sumar los 69.500 iniciales, otros 93.500 millones a través de una adenda posterior, aprobada por Bruselas en otoño, de los que de esta últimas 10.300 vienen como subvenciones y, lo restante en préstamos. La Comisión Europea asignó estos fondos, el 70% inicial en función de la población, la inversa del PIB per cápita de 2019 y la tasa de desempleo media relativa de cada país. Posteriormente, para el 30% restante se tuvo en cuenta también el cambio en el PIB real entre 2020 y 2021, o lo que es lo mismo, la crisis económica ocasionada por la covid-19, unas cifras que se revisarían y confirmarían en junio del 2022. España recibiría debida a su situación (Estado miembro más afectado), el máximo de recursos, seguida de Italia, Francia y Alemania. No se puede olvidar que en 2022 la renta por habitante en España estaba aún por debajo, era del 96%, de la registrada por la eurozona. Solo tres regiones superaban ligeramente esa media europea: Madrid, País Vasco y Navarra. Andalucía, Extremadura, Canarias, Castilla-La Mancha, Murcia y Comunidad Valenciana estaban más de 25 puntos por debajo de la media.
En la evaluación de la Comisión Europea nuestro país ha cumplido alrededor del 7% de los objetivos de inversión previstos a finales del 2023, frente al 28% de la Italia de Meloni. En nuestro caso a pesar de ser España, no por casualidad, la más beneficiada con estos fondos, recordemos que fuimos el único país que en 2022 no había recuperado los niveles pre covid-19 del PIB per cápita, siendo señalados por Bruselas como uno de los países más retrasados en el cumplimiento con la ejecución de estos fondos, mientras Italia ha cumplido cuatro veces más el objetivo de inversión con los mismos.
ELEVADA COTRAVERSIA EN LAS EVALUACIONES
Sin embargo, la información del Gobierno, Ministerio de Hacienda (IV Informe de ejecución) habla de que al mes de diciembre el Tesoro público del Reino de España ha realizado pagos por más de 37.000 millones, financiando más de 600.000 proyectos y que más de 400.000 empresas y autónomos y 150.000 personas físicas ya han recibido estos fondos. Aunque por el contrario las empresas discuten estos datos, basándose en que lo que hay que tener en cuenta son los fondos que en este caso han completado su ciclo, es decir: autorizados, comprometidos, obligados y pagados. Precisamente ahí radica la nebulosa que acompaña en nuestro país la ejecución de estos fondos. Cálculos externos al Gobierno estiman que a la economía real solo habrían llegado unos 24.000 millones de euros, lo que supone el 29% del total de fondos reembolsables asignados.
La realidad parece indicar que los crecimientos del PIB de España: 6,4% en 2021, el 5,8% en 2022 y el 2,5% en 2023. Con un diferencial significativo con el raquítico crecimiento de los países de la eurozona (0,8% en 20223 y se esperas 1,3% este año, con Alemania en negativo), algo tienen que ver con la llegada de estos fondos. Si no, de dónde. Ello, aunque el Banco de España que viene dando poca información, evaluara la aportación en puntos al PIB en el 2021 de seis décimas.
En el 2022 el propio Banco de España baraja una inversión superior a los 31.200 millones, con lo que, aunque no lo afirme, esa aportación al PIB debió subir (son estimaciones propias) por encima del punto, al igual que en el 2023 con una movilización de fondos según el BE de 24.500 millones y, donde en el último trimestre del año, el consumo público fue el que sostuvo la buena cifra de crecimiento. En este sentido no viene mal recordar que Andalucía, atribuye su déficit presupuestario al cierre 2023, ha haber anticipado fondos que aún no ha cobrado del programa 2014-2020, que deberán certificarse a lo largo del 2024. Luego en muchos casos ha podido ocurrir lo propio con fondos Net Generation.
Ante la disparidad de las cifras, la nebulosa y la falta de una transparencia eficaz en el seguimiento por parte del Gobierno, de ahí los datos que hemos comentado del Banco de España, que no se apartan de otros de organismos privados, sea el caso de expertos de la escuela de negocios Esade, concluyendo que, desde 2021 hasta el cierre de enero del 2024, en nuestro país se han convocado inversiones y subvenciones con cargo a estos fondos por un total de 56.344 millones de euros (el 70%) y se han concedido 32.925 (el 41%). Obsérvese, cifras similares a las de BE. El concepto de dinero concedido alude a la cuantía de las ayudas e inversiones que ya han sido resueltas en favor de un peticionario, aunque este aun no haya recibido los fondos en su cuenta, que puede ser la diferencia con los datos del 7% de ejecución que da Europa.
La confusión está siendo de tal nivel, que en estos días el ministro de Economía y Comercio, Carlos Cuerpo, ha anunciado una nueva herramienta para el seguimiento de la implementación de los fondos europeos, se llamará ELISA y pondrá el foco en el adjudicatario final, que va a permitir seguir, desde el principio del plan, la evolución de las convocatorias y de las resoluciones.
2026, FECHA LIMITE, LO NO EJECUTADO SE PERDERÍA
Lo curioso, que el Plan de Recuperación, Transformación y resiliencia español (PRTR) fue el primero que aprobó la Unión Europea, en julio de 2021. Pero después hemos sido superados recientemente por Italia y Portugal, que han recibido ya el cuarto desembolso de sus planes y, en caso de Italia ha solicitado ya el quinto pago.
De forma similar a Esade, la consultora LLYC recientemente ha situado en el entorno del 46% el grado adjudicación, ojo, no hablamos de recepción de los fondos por el peticionario. Pero, hay que observar que, con carácter general, el dinero en transferencias europeas que no hayan sido ejecutadas antes de junio de 2026 se perderá. Aunque Bruselas ha concedido a nuestro país, retrasar la ejecución de algunos bloques de inversión: coche eléctrico, hidrogeno verde, descarbonización industria y economía circular, alrededor de 5.000 millones de euros. Por otra parte, con las excepciones comentadas de Italia y Portugal, el panorama internacional no va mucho mejor. Según los datos de la Comisión, se han desembolsado solo 143.970 millones en subvenciones y 80.150 en préstamos, el 30% de los MRR, habiéndose realizado en total 535 reformas y 402 inversiones, lo que supone un cumplimiento del 15% de todos los planes nacionales.
Algo interesante, los expertos detectan diferentes ritmos de ejecución entre las distintas comunidades autónomas, confiriendo a Andalucía y a la Comunidad valenciana el liderazgo en términos de ejecución, con más de 1.200 millones de euros cada una. Nuestra región es, precisamente, a la que más recursos se le han asignado (4.077 millones de euros), le sigue Cataluña (3.963 millones de euros) Lo cierto es que, el conjunto de las administraciones públicas ha adjudicado ya el 90% de los más de 37.000 millones de euros asignados. Con los que están financiando más de 600.000 proyectos, de los que un 60% están impulsados por empresas y centros de investigación. De los fondos asignados a las comunidades autónomas, más de 26.000 millones se destinan a inversiones en el ámbito de sus competencias como educación, salud, movilidad sostenible o vivienda. Por otra parte, las entidades locales han recibido más de 7.200 millones de euros: rehabilitación y eficiencia energética edificios, creación zonas bajas emisiones en centros urbanos, electrificación verde de transporte público o la digitalización de la administración.
ACTUACIONES MÁS DESTACADAS EN CURSO
En el ámbito de las inversiones, las actuaciones más destacables son las del Plan para la mejora de la eficiencia y sostenibilidad de regadíos. Las obras de alta velocidad para cerrar los corredores Mediterráneo y Atlántico. Las inversiones para la mejora de los servicios de cercanías.
Las inversiones para la transformación de la cadena de valor del vehículo eléctrico dentro del marco del PERTE VEC, o los proyectos de transición energética con la producción y aprovechamiento del hidrógeno verde. A ello hay que unir la modernización del tejido industrial y la pyme, importantísimo, con un programa como el kit Digital (sistema para aceleración de digitalización pymes, mediante una concesión inmediata de bonos por parte del Estado, que permite la realización de las inversiones) que se está demostrando muy efectivo, concediéndose más de 300.000 bonos de digitalización.
A ello añadir el despliegue de la conectividad rural, llevando la banda ancha ultra rápida al 100% del territorio, o más de 540 planes de turismo sostenible para mejora de los destinos turísticos tradicionales. Como otras inversiones ligadas con la tecnología en hospitales, formación profesional, escolarización gratuita o las ayudas para la adquisición vehículos eléctricos y puntos de recarga. Las llamadas reformas adatadas: laboral, formación profesional, reforma concursal, comunicación audiovisual, digitalización de la justicia y administraciones públicas, la mejora del régimen de apoyo al mecenazgo, y la reforma del sistema de subsidios por desempleo.
LAS INVERSIONES, SE COMPLICA EL ESCENARIO
El contexto internacional con las guerras de Ucrania y Palestina, las amenazas de Irán, conflicto del Mar Rojo, problemática interna de China, elecciones en Estados Unidos con Trump en la rampa de salida… La subida del oro (aumenta un 42%), Bitcoin (subidas del 1.300%), posible del dólar, escalada del petróleo hacia los 100 dólares, afectando a las turbulencias en los mercados de materias primas, no señalan nada bueno. En Estados Unidos, la tasa de desempleo se ha vuelto a recortar en último mes (3,8% en marzo) y aumentado la creación neta de empleo, cifras que llegan después del que revisaran al alza la tasa de crecimiento. Ello aumenta el temor de que la FED retrase más de lo previsto la desescalada en los tipos de interés. En Europa lo que se teme es que los factores negativos geopolíticos afecten también a la política del BCE, en el mismo sentido que en Estados Unidos. Son tambores que no suenan bien para la economía, especialmente tanto para las acciones como los bonos.
En el campo de las acciones, Europa se ve en desventaja en relación a Estados Unidos, máxime si el tipo de cambio dólar-euro favorece las plusvalías de las inversiones en este último. En el mercado español la campaña de resultados deja valores como: Amadeus, BBVA Cellnex, Repsol, Sabadell, Enagás, Meliá o Indra en el foco de aquellos inversores que sigan apostando por nuestro país. Venimos poniendo de relieve los altos dividendos de Enagás, CaixaBank, Unicaja Telefónica, Logista…. Esperables por encima del 7%. En Europa. Dando entre el 6% y el 10% valores como: Intesa, Nordea y BNP. En La renta fija, los bonos (a finales de marzo perdían un 10,5%), esperando el agua de mayo con las bajadas de tipos por el BCE, como hemos comentado, ahora en el alero. Letras del Tesoro y bonos con duraciones muy cortas, lo recomendable en la tormenta
VIVIENDA SIGUE FUERTE. LA SUPRESIÓN “GOLDEN VISA” UN ERROR
La vivienda, es considerada activo refugio, sigue subiendo en precio (primer trimestre 2024 un 7,4% de media) por la escasez de oferta y la permanencia de una demanda fuerte, donde los extranjeros representan el 20% de estas ventas. Este tensionamiento hace que los precios del alquiler sigan disparados.
Nos parece un gravísimo error, de nuevo efecto escaparate de este Gobierno, la supresión de la Golden Visa, que afecta mayormente a viviendas de precio medio alto y en localidades de costa, donde adquieren los extranjeros. Un mercado diferente y cuya supresión no va a afectar a la oferta escasa, circunscritas a las ciudades o núcleos ,altos de población de las que se aleja la demanda del comprador foráneo de mayor capacidad adquisitiva (comprende solo inversiones superiores a 500.000 euros) que pone sus miras en hábitats exclusivos o de resorts diferenciales.
El problema es más grave desde el momento en que la conservan países competidores del nuestro, como Italia, Grecia, Malta y, en el caso de Portugal que la suprimió en el 2023, está volviendo atrás, vistos los resultados, para su puesta en vigor de nuevo en el presente año.