Miles de israelíes en todo el país se han unido a las manifestaciones para pedir al gobierno de Benjamín Netanyahu que acepte los términos de un acuerdo de alto el fuego que Hamás recién aceptó.
Los manifestantes se reunieron cerca del cuartel general de defensa en Tel Aviv, mientras que en Jerusalén otros manifestantes marcharon hacia la residencia de Netanyahu con una pancarta que decía: «La sangre está en tus manos».
Las manifestaciones tuvieron lugar en otros lugares, en medio de la preocupación de que la nueva ofensiva del ejército israelí contra la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, y el llamado corredor de Filadelfia, que discurre a lo largo de la frontera con Egipto, pudiera poner en peligro la vida de los rehenes supervivientes.
Las protestas se produjeron en momentos en que las divisiones en el gabinete de guerra de Netanyahu parecían ampliarse y el primer ministro busca mantener unida a su díscola coalición de gobierno.
Las manifestaciones más grandes tuvieron lugar en la autopista Ayalon, en el centro de Tel Aviv, un foco frecuente de protestas, donde la policía desalojó dos veces a personas que tocaban tambores, portaban carteles y gritaban consignas. «Bibi está abandonando a los rehenes», gritaban algunos de los manifestantes.
Entre los que se reunieron frente a la casa de Netanyahu en Jerusalén estaba Mai Albini Peri, nieto de Haim Peri, un rehén en Gaza. Peri sostenía un cartel que decía: «Rafah, no a expensas de mi abuelo».
La declaración de Hamás de que estaba dispuesto a aceptar un alto el fuego, pronunciada por su alto funcionario del politburó, Ismail Haniyeh, horas después de que las Fuerzas de Defensa de Israel ordenaran a decenas de miles de palestinos que abandonaran el este de Rafah, pareció tomar por sorpresa a los funcionarios israelíes, entre ellos a Netanyahu.
Hamás anunció que había aceptado una propuesta de alto el fuego entre Egipto y Qatar, pero Israel dijo que el acuerdo no cumplía con sus «demandas centrales» y que seguía adelante con su asalto a Rafah.
Los movimientos diplomáticos dejaron un rayo de esperanza vivo, aunque sea por poco, para un acuerdo que podría traer al menos una pausa en la guerra de siete meses que ha devastado la Franja de Gaza.
El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, un grupo que representa a varios familiares de cautivos, dijo en un comunicado que el anuncio de Hamás debe conducir a «la devolución de los 132 rehenes cautivos durante los últimos siete meses».
Israel estima que 128 de los 250 rehenes secuestrados por militantes el 7 de octubre permanecen en Gaza, incluidos 35 que, según el ejército, están muertos. CH