Cuando despertó,
el dinosaurio todavía estaba allí
Augusto Monterroso
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
En esta ocasión he querido usar un epígrafe del gran Augusto Monterroso que nos recuerda en un puñado de palabras lo grandes o diminutos que somos, las millones de interpretaciones que pueden tener, porque un texto son todas las posibilidades como la historia del mundo y del planeta, la curiosidad de la humanidad que nos ha llevado a construir grandes teorías como la aparición de la vida en la tierra, seres unicelulares hasta llegar a los grandes dinosaurios que poblaron la tierra y que se convirtieron en los dominantes por miles de años, hasta que un gran meteorito, según las teorías, se habría estrellado en la Península de Yucatán y eso terminó por extinguir a esos seres descomunales.
Para los investigadores la posibilidad que eso vuelva a suceder siempre ha estado latente y a pesar de las tecnologías y hasta el armamento con el que se cuenta nada garantiza que un acontecimiento como aquel no nos alcance y termine con la raza humana, que conste que no se trata de ponernos catastrofistas si no de una mera realidad que nos acecha. La semana pasada quedó captado en video la entrada de un meteorito a nuestra atmósfera y eso debe ser motivo para sorprendernos. En uno de esos videos que se grabó en Turquía, un pequeño niño sostiene un globo, al parecer se encontraba en una festividad, mientras a su espalda una intensa luz verde ilumina el cielo de Erzurumel y luego un juego de colores rojizos que sorprendió a la población.
Unas horas después de aquel fenómeno y a muchos kilómetros de distancia, en Yucatán se realizaban las pruebas de un proyecto del gobierno del presidente López Obrador, el más controvertido y que ha llamado la atención de la comunidad internacional pues se habla de un verdadero ecocidio en una de las zonas más importantes del planeta. La zona cuenta con un sistema de cuevas y ríos subterráneos, formaciones caprichosas y cenotes que habrían sido formados por la caída de aquel meteorito que extinguió a los dinosaurios. Así una plancha de concreto se puede apreciar cómo divide a la selva, atropella a todo lo que se le ponga enfrente, hay desplazamiento de fauna y contaminación de los mantos acuíferos. Las denuncias están hechas, pero desde el gobierno mexicano se desestiman, anteponen el “progreso” por la protección de la zona.
Pero México es solo un ejemplo de lo que seguimos haciendo, ahí está la deforestación de la selva de las amazonas, la explotación indiscriminada de minas en África, América Latina, Oceanía, y Asia. Como humanidad hemos contemplado nuestro planeta desde fuera, somos testigos de cómo las luces nocturnas han poblado más y más zonas, recientemente fuimos testigos de las imágenes que nos muestran los terribles incendios en Canadá dejando más de 155 mil 856 damnificados y Grecia más de 20 mil, luego la devastación que ocasionan. Lo mismo que las grandes inundaciones en Austria.
Todos los esfuerzos para mitigar el cambio climático son importantes, como sociedad debemos presionar a los gobiernos para que cambien sus políticas ambientales, seguir haciendo conciencia porque un día el dinosaurio se extinguió… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.