A finales de mayo, la inteligencia militar ucraniana (GUR) informó de que Rusia ha intensificado significativamente su campaña de reclutamiento de mercenarios extranjeros de África Central para la guerra contra Ucrania. Entre los reclutas hay residentes de Ruanda, Burundi, Congo y Uganda.
Según el GUR, estos mercenarios reciben un pago de 2.000 dólares al firmar el contrato, y un salario mensual de 2.200 dólares, cobertura médica y pasaporte ruso para el soldado y sus familiares.
Son reclutamientos que el Ministerio de Defensa británico explica por «la reposición de las pérdidas rusas en el campo de batalla, que son significativas, y el apoyo a la actividad ofensiva en varios ejes del frente», en su actualización diaria publicada este lunes.
Los combatientes nepalíes ya han ido al frente ucraniano-ruso. El primer ministro del país, Pushpa Kamal Dahal, había oficializado los envíos en diciembre tras la muerte de al menos seis mercenarios en Ucrania y la captura de otro, pero se negó a dar cifras.
El 1 de mayo, la inteligencia militar ucraniana informó de una deserción masiva de mercenarios nepalíes explicada por las enormes pérdidas de soldados rusos y las bajas que en el frente está teniendo Moscú. Los mercenarios nepalíes se quejaron de abandono en el frente, falta de equipo y hasta de comida en el frente. CH