El repetido fracaso de la administración Biden para obtener un paquete de financiamiento para Ucrania aprobado por el Senado tendrá consecuencias reales en términos de vidas en el campo de batalla y la capacidad de Kiev para mantener a raya a las fuerzas rusas en la línea del frente, dicen funcionarios ucranianos.
La última medida de los republicanos del Senado para torpedear un proyecto de ley bipartidista que habría combinado 60.000 millones de dólares (48.000 millones de libras) en ayuda a Ucrania con ayuda a Israel y mayores medidas de seguridad fronteriza es un duro golpe para Kiev. Podría indicar un año muy sombrío por delante, ya que la agenda política de Estados Unidos se asienta en un año electoral en el que es casi seguro que Donald Trump será el candidato republicano.
A medida que se acerca el segundo aniversario de la guerra a gran escala de Rusia en Ucrania, los funcionarios ucranianos dicen que el retraso en el apoyo de Estados Unidos ya ha tenido un claro impacto en el campo de batalla, donde las tropas exhaustas de Kiev tienen un grave déficit de hardware en comparación con los rusos.
El asesor de Volodymyr Zelenski, Mykhailo Podolyak, dijo que las tropas rusas estaban usando alrededor de 10.000 proyectiles de artillería al día a lo largo de la línea del frente, mientras que las tropas ucranianas estaban restringidas a usar entre 1.500 y 2.500 en respuesta. Dijo que la escasez de equipos hizo imposible la planificación a largo plazo.
«Si se tiene claro que en los próximos tres a seis meses se tendrá un número determinado de misiles de larga distancia, por ejemplo, se puede planificar qué objetivos de infraestructura atacar en los territorios ocupados. Y cuando te sientas aquí hoy con un déficit, y con incertidumbre, solo puedes librar una guerra defensiva, y esto es un estimulante para Rusia», dijo en una entrevista en Kiev.
La embajadora de Estados Unidos en Ucrania, Bridget Brink, expresó el miércoles su frustración apenas velada por el estancamiento del paquete de apoyo, señalando que hubo un ataque masivo con misiles rusos contra Ucrania durante la noche. «No hay tiempo que perder. Ucrania necesita nuestra asistencia de seguridad ahora», escribió en X.
La semana pasada, los líderes de la UE lograron superar la oposición de larga data del húngaro Viktor Orbán y aprobaron un paquete de ayuda de 50.000 millones de euros (43.000 millones de libras) para Ucrania. «Están contentos, pero no será suficiente sin los estadounidenses», dijo una fuente diplomática en Kiev.
Yuriy Boyechko, presidente de la organización de ayuda Hope for Ukraine, con sede en Estados Unidos, dijo: «Todo el mundo esperaba que Estados Unidos no nos defraudara, y ahora nos encontramos en un lugar muy difícil. La gente está perdiendo la esperanza poco a poco. No tenemos tiempo para esto porque vemos lo que está pasando en el frente. Cuanto más tiempo le demos a los rusos para acumular sus reservas, incluso si la ayuda va a aparecer, podría ser demasiado poco y demasiado tarde».
Conscientes de la posibilidad de que Trump pueda regresar a la presidencia, los funcionarios ucranianos están eligiendo sus palabras cuidadosamente sobre el enfrentamiento actual, pero sin duda están frustrados por sus acciones que potencialmente dejan a Ucrania a la intemperie.
Zelenski ha desempeñado un papel no deseado en un conflicto interno entre Trump y Biden una vez antes, y la llamada telefónica de Trump al presidente ucraniano en 2019 provocó un proceso de juicio político contra el presidente de Estados Unidos. Ahora, Ucrania vuelve a estar en medio de una batalla interna.
«Vemos elecciones muy difíciles, tal vez una de las elecciones más conflictivas de la historia, y vemos a ambos bandos planteando posiciones de partida difíciles. Desafortunadamente, la política exterior se ha convertido en rehén de la política interna», dijo Podolyak.
Ucrania ha hecho todo lo posible para enfatizar la importancia de asegurar la ayuda. En diciembre, Zelenski visitó Washington; su jefe de gabinete, Andriy Yermak, hizo una visita separada a principios de ese mes y se reunió con senadores republicanos. Sin embargo, hasta ahora parece que los argumentos no han encontrado una audiencia receptiva.
«Es muy frustrante; incluso cuando se trata de republicanos que tradicionalmente eran amigos de Ucrania, republicanos clásicos. Ahora saben que Trump tiene el control total del partido y muchos de ellos nos están evitando», dijo una fuente con conocimiento de los esfuerzos de Ucrania para atraer a los republicanos.
El ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, expresó el miércoles su desconcierto por la saga en curso en el Congreso. «Anoche recibí el último informe de Washington sobre posibles escenarios, y algunos de los escenarios recuerdan a una historia de suspenso. Todo es muy confuso», dijo durante una conferencia de prensa.
Podolyak dijo que creía que la discusión estaba lejos de terminar y que Ucrania seguiría explicando lo que está en juego a los políticos estadounidenses. «Lo hemos explicado y lo explicaremos una y otra vez. Solo tenemos que seguir repitiendo las mismas verdades: o los países democráticos siguen defendiéndose, o ceden la iniciativa a los demás, y estamos en un mundo donde una guerra con elementos genocidas es aceptable», dijo. CH
