La UE debe reducir la contaminación por gases de efecto invernadero casi tres veces más rápido de lo que lo ha hecho en la última década para cumplir sus objetivos climáticos, según un informe de la Comisión Europea.
En un intento por evitar que el clima se vuelva más extremo, la UE ha prometido bombear un 55% menos de gas que calienta el planeta al aire en 2030 que en 1990. Pero en las últimas tres décadas ha reducido las emisiones en solo un 32%, dejando tras de sí «brechas significativas» para los próximos siete años, según la comisión en su último informe sobre el estado de la Unión de la Energía.
Las políticas actuales reducirán las emisiones en 2030 en solo un 43%, según nuevas estimaciones del proyecto de la Agencia Europea de Medio Ambiente. La cifra se eleva al 48% si se incluyen políticas que se han planificado pero que aún no se han puesto en marcha, pero que aún dejan un déficit en la acción climática de siete puntos porcentuales.
«Para alcanzar plenamente estos objetivos, es necesario acelerar el ritmo de reducción de las emisiones», dijo Wopke Hoekstra, el nuevo comisario de clima de la UE.
El informe de la comisión elogió los esfuerzos para deshacerse rápidamente del gas de Rusia a raíz de su guerra en Ucrania, que hizo subir rápidamente los precios de la energía.
La UE también supervisó un auge de las tecnologías limpias, como las turbinas eólicas y los paneles solares, según el informe, pero la comisión advirtió que la energía renovable necesitaba crecer mucho más rápido de lo que lo había hecho en la última década.
De media, la cuota de las energías renovables en la energía europea ha crecido 0,67 puntos porcentuales cada año hasta alcanzar el 21,8% en 2021. Alcanzar el objetivo de la UE del 42,5% para finales de la década «requerirá un crecimiento mucho más rápido en los próximos años», según el informe.
Las emisiones están cayendo de manera constante, pero hay tres cosas que se destacan, dijo Hoekstra. «En primer lugar, se necesitan recortes significativos de las emisiones en los edificios y el transporte. El progreso en estos sectores ha sido, en el mejor de los casos, lento. Dos, el sumidero natural de carbono necesita crecer. En algunos lugares, el sumidero de carbono se ha convertido en una fuente de emisiones, y eso es preocupante. Y tres, necesitamos un progreso mucho más sustancial en la reducción de emisiones en la agricultura».
Hoekstra, un e empleado de la petrolera Shell y la consultora McKinsey, también dijo que los subsidios a los combustibles fósiles eran «inútiles» para la transición a la energía limpia y recordó a los gobiernos nacionales sus promesas de deshacerse de ellos.
La mayoría de los Estados miembros de la UE respondieron a la crisis energética facilitando a las personas y a las industrias la compra y quema de combustibles fósiles.
En la cumbre climática COP28 del próximo mes, la UE ha dicho que impulsará una eliminación global de los combustibles fósiles sin cesar, es decir, aquellos en los que no se capturan los gases que calientan el planeta emitidos, y ciertos subsidios.
Hoekstra dijo: «En el mandato de la COP28, todos los Estados miembros -lo diré de nuevo, todos los Estados miembros- acordaron que los subsidios a los combustibles fósiles que no abordan ni la pobreza energética ni la transición justa deben eliminarse lo antes posible».
Varios gobiernos europeos han arrastrado los pies en la acción climática en los últimos meses a pesar de la insistencia de la UE. Solo un puñado de Estados miembros cumplieron con la fecha límite de junio de la Comisión para presentar sus borradores de planes climáticos y energéticos, y aún faltan planes de acción de tres de los cinco mayores contaminadores: Alemania, Francia y Polonia.
Según un nuevo informe de la rama europea del grupo de campaña Climate Action Network (CAN), las políticas de los borradores presentados no son suficientes para evitar que el planeta se caliente 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. También son demasiado débiles para cumplir con los requisitos mínimos de la UE en materia climática y energética para 2030.
Chiara Martinelli, directora de CAN Europa, pidió a los gobiernos de la UE que «estén a la altura de la magnitud del desafío» en sus planes de acción. «Este informe pone de relieve el evidente contraste entre la demanda urgente de una acción climática acelerada y el lento progreso sobre el terreno. CH
