A tan solo diez días de que se desactive la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que ha permitido mantener en suspenso las reglas de déficit y deuda pública desde la irrupción de la pandemia de covid hace más de tres años y con ello la barra libre en el gasto público, los ministros de economía y finanzas de la UE han logrado cerrar este miércoles, durante una reunión por videoconferencia, un acuerdo político sobre la nueva arquitectura de la gobernanza económica.
«Ha sido largo, intenso y difícil pero finalmente hemos logrado tener el mejor acuerdo posible en el mejor momento», ha destacado la vicepresidenta primera en nombre de la presidencia semestral española del Consejo, Nadia Calviño, sobre un pacto que dará certidumbre a los mercados financieros y claridad a los ciudadanos.
El sprint final, bajo la batuta de Calviño, se ha producido menos de veinticuatro horas después de que Francia y Alemania, con sus ministros Bruno Le Maire y Christian Lindner al frente, protagonizaran un último encuentro en París para resolver sus últimas diferencias. En la última reunión del Ecofin, celebrada el pasado 7 y 8 de diciembre en Bruselas, no fue posible solventar todos los escollos. Se quedaron cerca, al llegar París y Berlín a consensuar entre el 90 y 95% del texto. Pero quedaron flecos por cerrar en los que ha seguido trabajando desde entonces la presidencia española de turno.
La reforma, que mantiene intactos los topes del 3% de déficit público y del 60% de la deuda, tendrá ahora que ser negociada con el Parlamento Europeo antes de que pueda recibir el visto bueno de ambas instituciones y ser aprobada. La intención es aprobarla durante la primera mitad de 2024, antes del final de la legislatura. El compromiso acordado por los Veintisiete se basa en «el corazón de la propuesta» diseñada por la Comisión, según Calviño, pero endurece las reglas al introducir requisitos más duros para lograr la reducción de la deuda y el déficit, tal y como exigían los países frugales con Berlín a la cabeza.
“Me alegro de que, tras un largo debate y duras negociaciones, hayamos llegado a un buen acuerdo sobre las normas fiscales de la UE. Es importante que estas normas proporcionen una base sólida para los presupuestos nacionales y que todo el mundo las respete. Esto está en el interés común de todos los estados miembros”, ha valorado la ministra de finanzas de Países Bajos, Sigrid Kaag. Para los Países Bajos, ha sido clave el hecho de que el acuerdo permitirá avanzar «hacia una reducción de la deuda ambiciosa y sostenible» con un marco fiscal que fomentará «las reformas, con margen para inversiones y adaptadas a la situación específica del Estado miembro en cuestión. CH
