Los dividendos mundiales alcanzaron récord durante 2023 pero las empresas gastaron mucho menos en recomprar sus propias acciones. Según el último estudio anual Share Buyback de Janus Henderson, un suplemento especial de su índice trimestral Global Dividend Index, las cotizadas mundiales redujeron en un 14% la cuantía destinada a adquirir acciones propias, hasta los 1,11 billones de dólares en 2023. Esta cifra no solo fue inferior a la de 2022 si no también a la de 2021. Sin embargo, el descenso parte de una base muy elevada y deja el volumen total anual aún muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia.
Las empresas estadounidenses, más proclives a utilizar esta forma de retribución al accionista (comprar acciones propias en el mercado para después amortizarlas) que a través del pago de dividendo, siguieron siendo las que más destinaron a adquirir acciones propias, con un total de 773.000 millones de dólares en 2023. Esto es, 7 de cada 10 dólares en todo el mundo. Sin embargo, también realizaron una reducción desproporcionadamente grande; las recompras estadounidenses se redujeron en 159.000 millones de dólares el año pasado, un 17% interanual.
Fuera de Estados Unidos, las empresas del Reino Unido fueron las mayores compradoras de sus propias acciones, representando 1 de cada 17 dólares del total mundial en 2023. Las adquisiciones, por valor de 64.200 millones de dólares, supusieron solo un 2,6% menos interanual y equivalen al 75% de los dividendos pagados.
Shell es el mayor comprador no estadounidense de acciones propias y representa casi una cuarta parte del total en el Reino Unido, pero redujo considerablemente sus compras en 2023, al igual que BP, BAT, Lloyds y otras grandes empresas británicas. Las importantes subidas de HSBC, Barclays y otros casi compensan estos recortes, lo que significa solo un pequeño descenso global para el año.
Frente al recorte experimentado en Estados Unidos el año pasado por las recompras de acciones, estas son cada vez más generosas en Europa. En toda la región, el total pagado aumentó un 2,9% hasta 146.000 millones de dólares en 2023 (frente a un aumento subyacente del 20% de los dividendos en el mismo periodo).
En algunos países como España, la adquisición de títulos propios alcanzó cifras récord el año pasado, hasta situarse en los 14.000 millones de euros, frente a los 12.800 millones de 2022, gracias a las compras realizadas por Santander, Iberdrola y Telefónica. Un repunte que también se reflejó en Italia, con las recompras ejecutadas por Unicredit y Stellantis; Noruega, con Equinor, y Bélgica, con AB-Inbev y KBC. Si bien, Francia, Suiza y los Países Bajos registraron el mayor volumen de recompradas.
Ben Lofthouse, rirector de renta variable global de Janus Henderson, asegura que “muchas empresas utilizan las recompras como válvula de escape, una forma de devolver el exceso de capital a los accionistas sin crear expectativas de dividendos que podrían no ser sostenibles a largo plazo”.
Por otro lado, considera que “la subida de los tipos de interés ha influido en el descenso de las recompras de acciones. Cuando la deuda es barata, tiene sentido que las empresas se endeuden más (siempre que lo hagan con prudencia) y utilicen los ingresos para retirar el costoso capital social”.
El mayor descenso se produjo en Suiza, donde la mayoría de las empresas redujeron las recompras. Nestlé fue la más afectada, reduciendo casi a la mitad su programa, hasta 5.800 millones de dólares. 5.800 millones, explica el informe de Janus Henderson.
Aproximadamente el mismo número de empresas europeas aumentaron las recompras en 2023 que las redujeron. Aunque el fuerte crecimiento de los dividendos en 2023 supuso que las recompras crecieran menos que los dividendos y se redujeran como proporción de los beneficios de los accionistas, la mayoría de las empresas redujeron las recompras crecieran menos que los dividendos y cayeran como proporción de los beneficios a los accionistas hasta el 48% de los dividendos pagados, frente al 55% en 2022.
Las empresas tecnológicas estadounidenses fueron las que más recortaron en las recompras de acciones, gastando 69.000 millones de dólares menos que el año anterior. Entre ellas, Microsoft y Meta redujeron las recompras en casi un tercio, y Apple en una séptima parte. El informe de Janus Henderson, recoge además que se produjeron grandes reducciones en gran parte del sector sanitario estadounidense y en el sector financiero, aunque no en el sector bancario, donde los recortes de algunos bancos se vieron compensados con creces por aumentos en otros sectores.
En general, en Estados Unidos, el número de empresas que gastaron menos en recompras de acciones superó en 1,8 a 1 a las que gastaron más. Sin embargo, el valor de las recompras fue 1,2 veces mayor que el valor de los dividendos pagados por las empresas estadounidenses del Índice Global de Dividendos de Janus Henderson.